“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

UN, DOS, TRES, PROBANDO, PROBANDO....

Mi vecino Migueltxo (sí, ese que es un fan de Contador pero como es también muy fan del blog se lo perdonamos) ayer por la noche me lanzó una batería de whatssap que parecía un conversación con un adolescente, ya sabéis, palabra-envío, palabra-envío…
A Migueltxo le gusta saber todo lo que voy haciendo. Incorpora lo que cree que le puede venir bien y le encantan comprobar las mejoras que le da todo, como cuando colocó los acoples de triatlón en su bicicleta y consiguió subir y mucho la velocidad media. Casi me monta una fiesta sorpresa de lo contento que estaba y, claro, cuando se enteró que teníamos “una cabra” en casa, pues imaginaos...
Ya sabíamos que era una bicicleta con la que se gana velocidad en el llano, e incluso en terreno ondulado, pero la pregunta es: ¿cuánta mejora puede tener una bicicleta de contrareloj frente a una de carretera normal?
Ayer y después de tres semanas haciendo una hora al amanecer con la Speedmax, decidí rodar sobre 100 kilómetros con ella pero ya con una pulsación más alta, a un ritmo más exigente.
El rodar en llano y terreno descendente, como el que comencé ayer, es impresionante. Ver como se lanza la bicicleta y vas por encima de 40 km/h durante muchísimo rato resulta increíble. Y no la veo lenta en repechos, ni mucho menos. Ayer me tocaron algunos hasta de dos kilómetros y no iba para nada despacio.
Aclaro que el tiempo de este test no vino determinado por una confluencia entre las curvas que trazan las pulsaciones, con la potencia normalizada, la velocidad y la cadencia, no, para nada. Vino marcada por la hora de la salida de la excursión que el mundo scout nos había preparado a los embalses de Leurza, por cierto muy chulos y muy buena gente!
El resultado, para mí, fue excelente. Con una velocidad media de 35,6 km/h en 105 kilómetros y un pulso medio de 146 ppm, para un primer contacto me quedé muy satisfecho (con mis 51 kilos de peso no parece que sea un Tom Dumolin rodando). Me voy haciendo a la nueva posición pero una cosa es rodar y otra forzar sobre ella. En ese sentido, me queda mucho trabajo. Ayer forzaba la maquinaria pero no conseguía subir la pulsación. De las cinco zonas, me mantuve en la zona 2 alta y puntualmente la 3, nada más. Sin embargo, la velocidad media fue entre 3 y 4 km/h más alta que con la bicicleta normal en esa franja de pulso.
Se presentan grandes sesiones con la CANYON SPEEDMAX para poder pedalear tan integrado en ella como en la ULTIMATE y poder subir el pulso y por lo tanto la velocidad, que para mí ya fue muy alta.
Llegar a 37 km/h estaría bien pero y ¿rodar muchas horas sobre 33-35 km/h? Eso está todavía mejor. Está al alcance y creo que es la mejor ventana abierta este año. Más velocidad en zonas aeróbicas. Ayer fueron 3 horas, pero en esas zonas puedo mantenerme muchas más.
Como pensaba, se abre un buen abanico de posibilidades con la CANYON SPEEDMAX y todas son ventajas, avances…son muy buenas.
Migueltxo, ahora te toca decidir los colores de tu nueva SpeedMax, que para el traje de la ORKUCI yo creo que una en gris y negro mate con los trazos en blanco, como la mía, te va perfecta y para el próximo medio ironman , como dicen ahora, "¡lo petas!”