¡Cierra bien los ojos, todo puede suceder!
¡Al lío! mi resumen del año en Spotify me da una edad musical de 70 palos. De locos.
Por si no tenía poco con mi edad natural, ahora una plataforma que sólo debía mandar señales musicales, lleva tu edad de nacimiento hasta el año 1955. ¡Vaya plan! En 1955 el Villavés no había nacido y el tour lo gano Louison Bobet, ¡no me jodas!.
Imagino que, mis pequeños escarceos con el poemario de Machado en la voz de Serrat, y el discazo de “The sun collection” de Elvis Presley, han podido frente a maravilloso “Escriurem” de Miki Nuñez y las insuperables influencias de María, mi mejor amiga en fuga, con su Arde Bogotá a la cabeza…. pero 70 años ¡son muchos años!.
Silvio tampoco ayuda para nada, ni Sabina, está claro, pero no me voy a entretener en mi anciana edad musical, no.
Voy a celebrar que una vez más, en el resumen anual que nos ofrece la plataforma de marras, mi cantante favorito haya sido Mikel Erentxun, porque mientras estemos juntos todo va bien, ya sabéis, y que mi disco más escuchado durante todo el 2025 sea “Navidad”, el que lanzó mi influencer donostiarra por estas fechas el año pasado. Un discazo dedicado a la navidad, y que, contra todo pronóstico, he seguido escuchando de forma compulsiva durante todo el año.
Seguimos, ¡venga va!, vamos con la canción más escuchada, que es nada más y nada menos que “Estrella de luz”, del disco de Navidad, estaba claro. Canción que en realidad no es la mejor del disco, pero eso de estar “al calor de tu canción” y que el “viento sea azul”, me parece insuperable, y tiene una melodía que me encanta, ya veis. Una canción refugio o de huida cuando vuelan los puñales en los días chungos, y de celebración al llegar al mar después de un buen viaje en bicicleta, o de compañía corriendo sobre el cantábrico entre Zarautz y Guetaria. No es la mejor canción de la historia, pero es una gran canción.
En fin, ahora que está de moda la navidad (mientras dura la navidad, claro), me parece lo mejor del mundo que mi disco más escuchado durante todo el año sea uno de Navidad y que los villancicos hayan saltado de diciembre para ir a relevos conmigo en mis fugas y con mis cadetes en todas las carreras, porque con ellos, “Santa llegó a San Sebastián” en este verano inolvidable, vía Murieta, Los Arcos y Urdiain. Y eso sólo pasa en el Villavés. El resto están demasiado centrados en pintar las estrellas de carmín para después tirarlas a la basura si no brillan como esperan. ¡CAPULLOS!
Nada más, ahora por delante, nuestra pequeña vacación familiar a la playa, porque ahí también somo diferentes, o alternativos que es lo mismo pero suena mucho mejor, y las vacaciones en el mar las hacemos en Navidad, y llevamos tantas ya que hemos pasado de esconder los regalos de reyes en Cambrils a mirar en training peaks para diseñar un entrenamiento en Calpe.
Así que este año, me voy de avanzadilla a la Costa Blanca en plena navidad, con cinco primaveras dispuestas a conquistar el col de Rates y pasar una nochevieja tremenda todos juntos, sin adultos ni padres a nuestro alrededor, de locos. Y esperar a que el año nuevo nos traiga al resto de la familia para apurar los días de playa en invierno.
Y luego, cuando ya todo el mundo haya pasado de envolver regalos a la cuesta de enero y del mazapán a la puerta del gimnasio, nosotros ya estaremos mirando a la cara de la temporada cadete 2026, con nuestro Spotify lleno de ilusión, nervios y villancicos, como lo hemos hecho este año 2025, para que siga durante todo el año la mejor celebración de la historia, la navidad.
Willow
Ahora sí, os dejo con “Estrella de luz”, que paséis unas buenísimas navidades y que duren mil calendarios más, y gracias por la compañía a este blog venido a menos.