Conozco a Josetxo Buján desde nuestros tiempos en la categoría Juvenil. Él corría en el Club Ciclista Chantea y yo en el Villavés. Él de "Mangado y Ochoa" y yo, como ya es más que sabido, de Cafenasa. Ninguno de los dos destacamos en los puestos cabeceros de aquellos años, aunque Josetxo era bastante mejor corredor que yo.
Yo por aquel entonces era "El fichaje de Roberto" como así me llamaban en alusión a Roberto Ustarroz, amigo del colegio que me metió en el Villavés y poco más. Y Josetxo destacaba por estar siempre de buen humor, haciendo bromas y sin parar de hablar, bueno por eso y por su famoso salto al río en la Vuelta a Pamplona de 1990. Esta anécdota le ha perseguido durante el resto de los años, como a mí la del control de la Guardia Civil cuando iba a Peñíscola en bici.
Desde aquella temporada, final de juveniles de 1990, nuestros caminos han seguido muy unidos con el fuerte nudo del ciclismo base, yo como organizador y entrenador de los equipos y Josetxo aportando toda la ilusión en su labor de dar voz a las carreras y en cuantas facetas hiciera falta.
Durante estos años hemos vivido muchísimas anécdotas, nos hemos acompañado en los buenos momentos y también cuando los momentos dentro de nuestra actividad con los críos no eran tan buenos. Hemos intentado disfrutar y algunas veces disfrutábamos tanto que nos daba el día siguiente....De todos estos años, me quedo de Josetxo con algo tan difícil y real como la cualidad de mantener la misma entrega de aquellos primeros años, veintitantos años después.
Josetxo es todo ilusión, sonrisa y disposición total. Sin filtros, ni caretas, ni falsas modestias...nada. Él es así y no lo puede remediar. Se lo pasa bien contando las carreras, sobre todo las de los más pequeños y es el primero en colaborar en cualquier iniciativa que impulse el deporte y el ciclismo de base. Sin ir más lejos, hace un par de semanas, le comenté que teníamos que echar una mano en la carrera de Mountain Bike que la buena gente de Unzué arrancaba este año con la organización, dicho y hecho desde el minuto uno, allá que fue.
El pasado sábado le escuchaba desde las gradas en la presentación de los equipos del Villavés y era como escucharle sus primeras presentaciones llenas de nervios e ilusión por hacerlo bien, si te detienes a pensarlo es realmente acojonante, así lo comentaba al día siguiente con Juan Unzué, amigo en común. Uno puede estar más animado o menos, le pueden ir bien o mal las cosas, puede tener días buenos o malos, pero Josetxo no falla, y no lo hace porque no interpreta, no se mete en ningún papel, siempre está a tope porque realmente le encanta compartir con los chavales el ciclismo. A todos nos ha pasado, pero también se nos ha pasado.
Hoy es su cumpleaños y me ha apetecido escribir sobre él. Nada nuevo para los que le conocen. Yo le quiero felicitar y le quiero dar las gracias por su ilusión y entrega con los jóvenes ciclistas y también le quiero dar las gracias por estar conmigo al pie de campo en este difícil partido que estoy jugando contra la RAAM.
Feliz en tu día amigo, que cumplas muchos más y que sigas igual, que el resto ya vamos cambiando por ti, no tengo claro si a mejor o a peor. Ah!!! Y dale un fuerte abrazo a la familia que seguro que forma parte de esa sonrisa que te acompaña siempre.
¡Qué pasa! Me cae bien!!!
Willow.