Conocí a Julián Sanz en el año 2006 y en una situación insólita y que además nunca se volvió a repetir hasta el día de hoy. Me explico.
Era el brevet de 200 kilómetros de Burgos. Lo hicimos rápidos ya que participaron algunos corredores de categoría máster. Recuerdo que en la parte final había un puerto y como me sentía bien me lancé a subirlo a tope y coronando el mismo alcancé al entonces cicloturista Julián, primera y última vez que le he dado alcance. Hicimos el final del brevet juntos, me cayó bien desde el principio, charlamos y fue cuando me contó que andaba preparando Le Tour Ultime sobre 4.800 kms. Me quedé realmente impactado. Ni siquiera sabía que había carreras de esa distancia y aquello me pareció ciencia ficción, así que decidí pasar por alto mi París Brest París del 2003.
Nuestro siguiente encuentro fue meses después en la Barcelona Perpignan Barcelona. Él hizo el mejor tiempo de largo y yo el cuarto, conectamos tan bien que en aquella prueba nos preguntaron varias veces si éramos del mismo equipo. Como si un brevet se hiciera por equipos, como si a Julián le hiciera falta un gregario, aquello sonó a chiste. Él tiraba y tiraba sin importarle quien fuera a rueda y yo aguantaba y aguantaba hasta que hice el final a mi aire.
He tenido la suerte y el lujo de coincidir con Julián en muchos brevets y en mi primer Camino de Santiago que también fue el suyo y que para llegar juntos a Santiago salí directamente 4 horas antes de Roncesvalles, pero que guardo unos recuerdos increíbles de aquella noche por el Bierzo y de la mañana lluviosa en Galicia.
Julián no es un ultrafondista normal, es un deportista con un motor increíble, superior al resto y que acompaña con una dedicación total y que lo vive con un optimismo y una alegría como no hay otra persona. Lo he visto partirse de risa en plena tromba de agua a las cuatro de la madrugada pasando por Logroño y cuando teníamos que volver hasta Bilbao. Recuerdo un brevet de 600 en Zaragoza que pasamos toda la noche por los montes de Huesca a remojo sorteando jabalíes. Cuando amaneció siguió tirando contra el viento durante todo el día hasta que sobre el kilómetro 500 no tuve más remedio que darle un abrazo y mandarlo a hacer gárgaras y como siempre acabar a mi ritmo. La verdad que tengo unos recuerdos buenísimos de aquellos años breveteros con Aitor Antxustegui atacándonos en cada repecho y disfrutando de cada uno como una buena aventura.
A Julián, después de aquel primer Le Tour Ultime (2006 llegó tercero, ganó en 2007) no le bastaron los brevets y decidió que quería competir, quería correr carreras oficiales, regladas con su reglamento, competiciones de Ultrafondo y se lanzó a la Copa del Mundo, me lo imagino en vuelo directo sin paracaídas, sin saber muy bien lo que se iba a encontrar, pero con su sonrisa y siempre con su equipo de apoyo dispuesto a lo que fuera por él.
Julián ya ha participado en cuatro Race Across América, la carrera oficial más dura del mundo sobre 4.800 kms formato non-stop y en contrarreloj individual, llegando cuarto en 2012, y también en la Race Around Austria, El Tor Tour de Suiza, Dos RAA de Eslovenia, la Race Around Irland, en dos Campeonatos del Mundo de 24 horas y en otras varias pruebas de circuito cerrado de larga distancia, además de sus Camino de Santiago y los récord sobre el rodillo (esto último me da especial envidia).
Julián es tan cierto y tan real como el palmarés que acabamos de leer, y con todo ello es tan humilde que nadie espere encontrar en él las frases célebres de la épica, de carreras que se convierten en batallas que se ganan con un esfuerzo que llega hasta la extenuación, no no. No le hace falta. De hecho, en el vídeo que comparto, Julián explica su experiencia en el ultrafondo con una claridad y sencillez que me parece acojonante para todo lo que ha hecho. Y además me encanta que sea así.
Y es que Julián Sanz es el ciclista de Ultrafondo pionero en España, y lo es porque nosotros, yo mismo, conocemos esas carreras por él y gracias a él, en mi caso con él he podido poner los cimientos necesarios para poder acabar la segunda más larga y dura en kilometraje, la Race Around Austria.
Detrás de esa forma de disfrutar de la bici, de ese compañerismo, del buen rollo y de la alegría que da siempre en los grupos hay un Julián que trabaja muchísimo, que mide todo, que estudia las carreras, los rivales, los ritmos, los métodos de trabajo. Estos últimos años me ha tocado darle la tabarra, preguntarle por entrenamientos, por gestiones de carrera, del sueño, de alimentación, de lo que hacen los demás que compiten allí, de navegaciones, de todo. He podido comprobar que tiene una dedicación entregada, profesional y total, lo vive y lo siente así, y por cierto, su 50%, que se llama Lola, también.
Recuerdo una tarde de este verano en su casa que asistimos Mikel, Joseba, Cano y yo a una Máster Class que nos dieron Lola y Julián sobre la Copa del Mundo de Ultrafondo, yo directamente imaginando la cantidad ingente de información que se podía mover allí me llevé el portátil y Cano la libreta.
Este es Julián Sanz, un gran deportista, el perfecto compañero de brevet, de aventura, el que siempre parará contigo ante cualquier percance en ruta y el que te protege del viento con una generosidad sin límite, el que se ríe en las tormentas y sí, el pionero del ciclismo de Ultrafondo en España.
Nos llevamos bien, ¡qué pasa!
FOTO: SALIDA DE LA MADRID GIJON MADRID DEL 2012 (Mikel Baraibar nos mira de reojillo con media sonrisa ¡que estaría pensando!"