Tengo tal jaleo mental de años, generaciones, equipos, corredores, padres y carreras, que me resulta realmente difícil situar a Oscar Morales en un momento puntual dentro del frenesí que fueron los años en el C.C. Villavés.
Sí que tengo el recuerdo de él en las últimas generaciones que me tocaron llevar, de los Ezquieta al que a Mikel siempre le confundía el nombre y le ponía Xabier Mikel, de Oscar Rodriguez, que ahora está rompiendo en el campo amateur, de Raul Casimiro o Xabitxu Perez, pero con la lejanía que dan ya los doce o catorce años de aquello.
Este año, con la Race Around Austria, he vuelto a tener contacto con él. Sabía de sus inquietudes y estudios en la carrera de fisioterapia en Barcelona y decidí llamarle para incorporarlo al equipo de apoyo. Escrito así parece que a Oscar le tocó la lotería con mi llamada cuando en realidad se apuntaba a un trabajo duro, con gente que no conocía, que le iba a tener ocupado durante 7 días en pleno verano de un chico de 23 años. La lotería me toco a mí cuando le llamé!
La primera sorpresa que me llevé fue cuando me dijo sí desde el minuto uno de nuestra conversación por teléfono. La segunda cuando al día siguiente me pidió más datos sobre la carrera, sobre la comida, el sueño, los ritmos, datos de otros corredores para ponerse a investigar todo aquello.
Para Oscar, lejos de ir a conocer Austria dando masajes a un tipo que va a andar en bici durante 5 días seguidos, fue una oportunidad de adentrarse en un mundo nuevo, que por lo diferente que una carrera de ultrafondo tiene, le iba a aportar unos conocimientos que no están al alcance de cualquiera.Y así lo hizo. El mismo día de la carrera, aquella mañana que no paraba de llover, se echó al equipo de apoyo a las espaldas y organizó toda la maraña de material, ropas, comidas, focos y demás de la furgoneta y el coche por cajas y fases de la prueba, con su nombre y su orden dentro de los vehículos. Luego cumplió a la perfección todo lo que habíamos preparado con AnderZulet en Kunap, apuntando todo lo que iba comiendo por horas para no descuidar ningún complemento de proteínas o hidratos de carbono según la fase y el ritmo que llevaba. Todo esto más cuidar me mi cuerpo hasta el más mínimo detalle Perfecto. Y lo puedo decir así de claro. No tuve ninguna molestia, no tuve ninguna sobre carga muscular, de tendones, calambres, hipoglucemias, nada. Y creedme que si todo esto no está bien trabajado y bien controlado no llegas a las 115 horas de bici.
Oscar tiene centradas todas las fuerzas, la ilusión, las ganas que aporta su edad en dos conceptos muy interesantes y poco frecuentes en esos años: aprender y compartir.
En aprender y avanzar en el campo del que ha decidido hacer su profesión, la fisioterapia. Y por eso no para de moverse, de informarse, de estudiar, de aprender de la gente que lleva años en el campo.
Y de compartir. Comparte y participa en todo lo que ve que puede aportar algo al resto, si puede ayudar, ayuda. Y con una sonrisa. Lo mismo se apunta de voluntario para ayudar en la organización de una carrera de Ultra trail de montaña que cronometra unas carreras de ciclismo de cadetes.
Oscar se pasa los fines de semana trabajando con los chavales del grupo Scout del colegio Jesuitas de Pamplona y pasa 15 días de verano con ellos de campamento, así, sin más, sin que haga falta que le den mil veces las gracias. Él se lo pasa fenomenal y también aprende de ellos. Me recuerda a mí en los 16 años que pasé en el Villavés de entrenador. Me lo pasaba en grande con los críos y así pasé gran parte de los fines de semana de cada temporada.
Oscar comienza hoy una nueva etapa en su vida, arranca su andadura laboral de la mano deAnder Zulet y el centro Kunap. Estoy seguro que le va a ir muy bien porque al igual que Ander, los dos van más allá en cada tema que emprenden, cada problema que les viene y en cada inquietud que tienen, no paran hasta sacarlo adelante. Y esa diferencia es un valor seguro.
Este último año me he asomado al mundo del ciclismo comercial, de los patrocinios y colaboraciones. Un mundo en el que todos venden algo. Los deportistas su actividad en clave de éxito, a veces omitiendo pequeños detalles que en la realidad son grandes, todo está medido para parecer más, mejor, insuperable. Uno se tiene que vender, siempre lo mismo, como la rueda del video de Cano, que no para de girar. Pero también existen grandes sorpresas, como la de Oscar, como la de Ander y Kunap. Gente que sólo hace falta conocerlas para querer caminar junto a ellos. No se tienen que vender porque son reales, son tipos que merecen la pena.
Ánimo Oscar, de verdad, y por cierto, cuando quieras te pasas por casa a firmar un contrato indefinido para el equipo de apoyo, a ver si un año de estos nos vamos a la Race Across América de 4.950 kms non stop. ¿Qué pasa? ¿No querías aprender y aprender y aprender…?
FOTO: OSCAR MORALES EN LA RACE AROUND AUSTRIA