“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

GIJON-CADIZ: "LA DISCRETA GRADUACIÓN DE MIKEL BARABIAR"

- ¡Willow! Que no viene Eneko!!! ¿Qué hacemos? ¿Lo dejamos para otro año?
- ¡No jodas! ¿Seguro?.
- Que sí, que tiene jaleos de curro de última hora. Por mi lo intentamos, aunque ya no puedes hacer las dos tiradas de 300 y además vas solo de apoyo los 1000 kilómetros, lo que veas.
- Adelante. Mañana salimos después de trabajar.
Hace años que llevo dándole vueltas a la cabeza al tema de cruzarme la península en bici. El año pasado, Santy Mozos lo hizo bajo los parámetros de la UMCA, y me volvieron las ganas de hacerlo. Así que este para este año planifiqué con mi compañero Mikel Baraibar realizar la Gijón-Tarifa. A él le vendría bien como prueba larga del año y a mí como preparación para la Race Around Austria.
La cosa se fue torciendo cuando Eduard Barceló entendió que pegarme 1000 kms sin ton ni son no me aportaba nada de cara a Austria, así que planificó que fuera e hiciera dos tiradas fuertes de 300 kms y a la furgo. Vaya! Este año tampoco iba a ser. Y ya se acabo de romper cuando Eneko, muy a su pesar, causo baja en el apoyo.
Asi que a Gijón nos fuimos Mikel y yo, mano a mano, con las dudas y los nervios de cómo iba a responder Mikel durante 1000 kms en solitario, con la incertidumbre por las lluvias en la primera parte, por los vientos en la parte central y por las noches solos frente al sueño. Dos buenos cancarros de cerveza antes de cenar nos sumergieron en un optimismo y una tranquilidad que bien valen 5 euros, además con tapa!!!
Y efectivamente se cumplió el peor de los escenarios que contemplábamos. Llovió hasta Leon marcando una temperatura en Pajares de 4 grados. Pasamos la parte central del recorrido, de Leon hasta Cáceres con fuerte viento de costado (por lo menos no era de cara), y cruzamos Sevilla a 35 grados, 30 más que en el inicio.
Pero Mikel tiene algo muy bueno para estas pruebas, algo que a mí me falta, serenidad y paciencia. Arriba del puerto de Pajares llevaba 85 kms recorrido y estaba tiritando de frio, empapado, envuelto en una niebla y con los 4 grados que hemos comentado comenzó el descenso. No perdió la calma, ni quiso correr más de la cuenta buscando salir de la lluviosa Asturias, ni se quejó, sereno, como si Tarifa estuviera a 15 kilómetros y no a 915!
Rodó acoplado en su manillar alto de triatlon cruzando Castilla muy fuerte, pese al viento lateral y las grandes rectas que invitaban al desánimo, hasta pasar Salamanca y entrar a la primera noche en la zona de Bejar.
Tuvo momentos malos de sueño y frio y al no forzar la pedalada durante esa noche su rodilla derecha amaneció dolorida, pero allí estaba la tranquilidad de Mikel, sabía que el segundo día ya no iba a llover, que el sol iba a salir y que la rodilla era cuestión de pedalear tranquilo durante unas horas y dejar que se fuera calentando por la mañana hasta volver a ponerla a punto. Así fue y pasó Extremadura a fuerte ritmo.
Era el segundo día y allí estaba la tarde y el calor Sevillano para darle a Mikel otro motivo para mandarlo a la mierda todo pero no lo hizo. Mikel es conocedor de esas crisis de final del segundo día, cuando ya llevas la paliza del no dormir y de luchar contra el viento y las altas temperaturas, hizo lo que tenía que hacer, "tirar" esas horas, pasarlas como fuera para buscar la noche, estaba reventado pero no se bajó, siguió despacio, pero seguía. Para mí fue el peor momento, desde el coche se vive casi peor que desde la bici. El no tener tú las sensaciones hace que te pongas en lo peor. Teníamos que llegar a Arcos de la Frontera para empezar la noche y los últimos 130 kilómetros, y llegamos.
- Mikel, no querrás entrar allí a tomar el café??? Joder que es Tanatorio y su cafetería y mira que pintas llevamos!!!
- Que dices? Eso es un bar, no ves que está lleno de gente!!!
Efectivamente las condiciones de Mikel no eran las mejores, y allí entramos los dos. Él vestido de romano, que diría el gran Miguel Burdaspar, y yo con la pantaloneta, la nevera buscando hielos y un frontal. Dimos el pésame, pedimos disculpas, cargamos de hielo y nos tomamos el café. Hasta el conductor de coche fúnebre nos hizo de guía para ponernos en la carretera a Medina Sidonia.
A partir de este momento ocurrió lo esperado, la noche, el final del trayecto y una buena música hicieron que Mikel volara hasta Tarifa. Y cuando estábamos a 10 kms de acabar, en plena madrugada paso lo que tenía que pasarle a Mikel para graduarse en el mundo del Ultrafondo, si, nuestra vieja amiga...La Guardia Civil!!!.
- Buenas noches, a donde se dirigen ustedes???
- Buenas noches agente, a Tarifa.
- Y de donde vienen???
- Pues aunque le suene un poco raro venimos de Gijon y todavía no hemos parado.
Ale, a dar un cursillo rápido de larga distancia para evitar que nos encerraran en el Hospital Mental de Alegeciras.

Muchos ya conocéis a Mikel Baraibar. Yo le conocí por el año 1992 cuando se apuntó al Villavés en Principiantes y yo ya estaba de entrenador por allí. Hicimos buenas migas, eran mis primeros años como entrenador y con él fui aprendiendo yo también. Mikel fue pasando de categorías hasta correr en Amateur un par de años, después como muchos, cogió un tiempo de distancia con la bici y volvió de lleno hace ya unos años centrado en el Ultrafondo. Normal que eligiera esta especialidad, para cuando participó en su primera Bordeaux Paris en 2014 ya llevaba como apoyo detrás mía dos Bordeaux Paris, dos Barcelona Perpignan, un camino de Santiago sin parar, una Paris Brest Paris, una Bordeaux Madrid, las 1001 millas de Italia.....vamos que si se llega a centrar en el triatlon corto habría sido algo muy raro.
Mikel ha logrado unir Gijón y Tarifa en 44 horas y 45 minutos ininterrumpidos sobre su bicicleta y lo ha conseguido a base de entrenamiento, de preparación, de mejorar este año aspectos como la fuerza, la potencia, y los umbrales de su corazón.
¿Y si además de toda esta dificultad le añadimos que debe analizar permanentemente su nivel de azúcar en sangre para corregirlo bien pinchándose insulina o bien comiendo ya que desde los 5 años tiene Diabetes Tipo 1? Pues todo esto hace que se convierta en una historia de superación increíble. En un modelo para muchísima gente de cómo se puede no sólo vivir bien acompañado de la diabetes sino hacer cosas increíbles para cualquiera y hacerlo bien, porque en ningún momento tuvo descompensación alguna. Él si tiene una historia que contar, en las redes sociales y dónde sea, algo real, algo chulo, algo increíble y contarlo tal cual, sin lemas en inglés ni fotos en situaciones dantescas ni tatuarse Gijón-Cadiz en los gemelos.
Porque Mikel un tipo sencillo, que disfruta muchísimo progresando encima de la bici y no le hacen falta tener una colección de amigos en las redes sociales ni “200 likes” en Facebook. Por eso este fin de semana se lo pasó en grande, solico cruzando Españá conmigo detrás animándole. Por eso cuando llegó a Tarifa nos dimos un abrazo y fue el tío más féliz del mundo, no hubo nadie allí, a parte de la Guardia Civil que no estaba invitada, no recibió ni una placa ni siquiera se preocupó de homologar oficialmente su tiempo, no le hizo falta, lo había conseguido y era el tío más feliz del mundo, nada más y nada menos.
FOTO: RODANDO ACOPLADO POR SALAMANCA