El próximo sábado partiremos del velódromo de Horta en la sexta randonneur Barcelona Perpignan Barcelona y en la que también será mi sexta participación.
Esta prueba es muy especial para mí por muchos motivos, pero quizás también porque a su primera edición, allá por el año 2006, llegué con los deberes de larga distancia no hechos del todo pero sí bastante avanzados. Seguramente este factor ha hecho que haya podido disfrutar de este brevet de 600 kms de una forma absoluta.
Y además me trae muy buenos recuerdos, venga que os cuento.
Año 2006: Allí fue mi segundo encuentro con el maestro Julián Sanz y allí que nos fuimos los dos a todo correr acompañados de otros dos cicloturistas y hasta que decidí darle un abrazo y hacer los 200 últimos kms a mi bola, y atentos! Porque también fue mi primer encuentro con el gran Domi Vielva, madre mía que pelos llevaba el tío. Ah! Y yo hice parte sin casco, aunque a partir de entonces ya no me lo quité.
Año 2008: Salí sin ninguna intención de ir rápido, mi pequeña Iciar había nacido mes y medio antes y mi otro hijo, Miguel, tenía poco más de un año. Con este panorama y las ojeras en mi cara, decidimos darnos el día anterior un homenaje en un restaurante griego que había al lado del hotel y saludamos efusivamente a nuestra amiga San Miguel. El resultado no fue mal, se nos quitaron los nervios del día anterior y dormimos como troncos hasta la salida. Tuve suerte que las tormentas me espabilaron eso y el ritmo que puso otro personaje, Josef Ajram que salió con manillar de triatlón y un Land Rover que le fue haciendo un reportaje, el rato que duró el hombre en la prueba. Hacia la mitad de la misma se retiró. Y yo seguí a mi aire hasta llegar al velódromo. Fue dura, 9.800 metros de desnivel, invertí el que menos tiempo de todos los participantes y sin embargo fue la vez que más tiempo me ha costado la BPB.
Vamos con el 2010: Dos personas, Javier Maya, una máquina con el que hablé mucho en la prueba y que a las dos semanas se llevó la Luchón Bayona, luego se hizo conocido para muchos por el negocio que montó (PAVE CULTURE CICLYSTE) y por su fino humor en las redes sociales. Y otro personaje que me dejó impresionado, Joan Compte, un chavalín aquel año que estaba haciendo su primera prueba larga y que demostró una fuerza brutal, una generosidad tirando de los grupos sin límite y sobre todo algo que no he visto hasta el día de hoy, clavó la prueba siendo su primera participación. Hicimos buenas migas y ahora, suelo saludar a sus padres que llevan un control en la prueba y siempre son muy cariñosos conmigo. Muy buena gente.
El 2012, el horror. El año de las 1001 millas de Italia parecía que la BPB iba a ser un paseo…. Menudo paseo. Desde el principio fui mal, intentaba ir rápido pero no podía, me fui quedando de todos los grupos, aquello no funcionaba. Al final decidí ir solo y sin hacer paradas, despacico. Me fui reponiendo pero llegó la noche y las penurias, y el cuerpo ya iba diciendo basta. En el último control, no iba mal de tiempo pero estaba temblando, muy tocado del estómago y me dormía. Bebí más café de la cuenta y acabé en la cuneta con un corte de digestión. Me ahorro los detalles. Después de una Bordeaux Madrid que no acabé por una caída, este fue mi único abandono en una prueba y lo peor es que estaba a 50 kilómetros del velódromo. No tuve paciencia de esperar, de parar a dormir, cualquier cosa para terminar porque horas tenía suficientes, ese malestar de no acabar me ha perseguido luego.
Acabamos, año 2014. Bien, a gusto, la primera parte con los buenos cicloturistas de Iruñako y la segunda en compañía de mi amigo asturiano Eugenio Gómez, un buen cicloturista, duro, que conocí el año anterior en la Madrid Gijón Madrid y que enseguida nos entendimos muy bien. Fue la edición más sencilla que recuerdo o de menos esfuerzo, como más fácil.
Y aquí estamos, en el 2016, rumbo al Hotel Colors nuevamente y al “Velodróm de Horta” y a saludar a los buenos cicloturistas que nos vemos cada dos años y a pasarlo bien, a darles un abrazo a los padres de Joan Compte y a mirar al cielo a ver qué pasa con la lluvia la noche del sábado al domingo y a subir el Col de Ares, el de Costouges, el Condreu y el Forat del Vent para ver el amanecer sobre Barcelona, precioso y bajar para sellar Horta.
Pero también será especial, esta vez habrá otro Cafenasa participando. Mikel Baráibar, que está decidido a vivir todas estas aventuras y aprovechar, como hice yo, estas pruebas para conocer a toda esta gente interesante y a ver el amanecer desde el Forat del Vent. (Por cierto, el año de Joan Compte cuando llegamos todavía era de noche).
Y termino, que si no Irache me dice que escribo mucho, agradeciendo a la organización que cada dos años lo hace perfecto, se desvive en los controles y en las atenciones, Maria Fuster, Frances Porta y su equipo de colaboradores que siempre están allí haciendo posible que el resto lo pasemos bien (o mal si llueve).
FOTO: BPB AÑO 2006 CON DOMI VIELVA Y AITOR ANTXUSTEGUI.