Dice Josetxo Buján que David Zaratiegui es el nuevo presidente de la Federación Navarra de Ciclismo y que en Navarra las cosas se solucionan con leche y que el padre de Iker Gomez le daba caña en Juveniles hace dos millones de años (a él y al resto). Dice esto y mucho más porque no calla, es tremendo. Lleva en esto de contar el ciclismo desde que Aitor Igoa y Valeriano Gomez dejaron de darle palizas en la carretera allá por el año 1990, porque Josetxo tenía su sitio en el ciclismo ya listo desde que competía con la camiseta del Mangando y Ochoa.

Le pasó como a mí, que el bueno de Pepe Barruso al ver mi nivel sobre la bicicleta me dijo eso de “tu chaval el año que viene al coche de entrenador” y así fue, solo que dieciséis años después lo deje y decidí hacerme ultrafondista, siguiendo mi tendencia natural al error, en fin. Pero el cabrón de Josetxo sigue ahí, al pie del cañón y del micrófono, como siempre y con más energía que nunca. No alcanzo a contar la cantidad de chavales que habrá presentado en toda su vida, ni la de aplausos que habrá pedido para todos ellos, para arrancar una sonrisa nerviosa al adolescente y una lagrima de felicidad a los padres, y de paso un compromiso a futuro con el patrocinador de turno.

Porque el ciclismo base, nuestro ciclismo, el de Josetxo y David y el mío, el de Pepe, el de Adur y Unai, el de Iker y Miguel y el del 95 por ciento del pelotón, equipos y organizadores va de sonrisas, de familia y de compañía. Y ahí es donde está Josetxo y también David con el valiente paso al frente que ha dado al encargarse de la Federación Navarra de Ciclismo. El resto llega cada domingo mirándose en el espejo equivocado de profesionalismo inmediato. Como intentar correr directamente maratón de Nueva York sin disfrutar del cross de las tres playas de San Sebastián.

Pero esto va de la vuelta Pamplona que terminó ayer y hoy, contra todo pronóstico, el puente de Urrizola todavía sigue en pie. De momento he decidido no volarlo con dinamita, en previsión de que nuestro Christian Prudhomme navarro decida cambiar los recorridos un poco, tan sólo evitar pasos y bucles de carreteras estrechas en los primeros kilómetros, vamos a pedírselo desde aquí y al tiempo que le vamos a agradecer a él y al resto, Felipe Asensio a la cabeza, el trabajo y el esfuerzo en sacar la vuelta adelante, que vuela mucho más alto que el puente de Urrizola, desde luego y que debe seguir adelante con la vocación de presentar una experiencia diferente a las carreras de un día a los chavales, sin preocuparse de la posición que ocupe en el ranking imaginario de vueltas de juveniles.

Tardes infinitas estas de la vuelta, llenas de sol y viento y de los gallos del pelotón nacional juvenil jugándose la carrera y del resto haciendo lo que puede, supervivientes, como le suelo decir a Miguel, pero supervivientes felices, que es lo único que vale al final de este viaje, como la canción de Silvio Rodriguez.

Y yo de esta vuelta me llevo a Asier Lasa y a Eneko Ayerdi al fin del mundo porque temblar con ellos de emoción mola mucho, aunque no lo entiendan todavía, y maldigo la rotonda donde Álvaro topo con el suelo y el cristal que pincho su rueda en la primera etapa. Parece que la vuelta no le quería mucho, pues que se prepare, que Alvaro Merino es un gallo y además un gran tipo, y le va a zurrar pero bien el año que viene. Estoy seguro.

Miguel terminó, contra todo pronóstico, como la gira de Joaquín Sabina, y feliz y cada etapa mejor, dice Pello que dos jornadas más y termina al sprint con Hector Alvarez y su Treck Madonne. Pues que se ande con ojo ese y el resto de cracks ya fichados por equipos profesionales, que si Miguel sigue mis pasos, cuando vayan por la primera parte de su vida les dará caña a todos pero de la buena. Solo es cuestión de que pase el tiempo, nada más.
Por el momento Miguel está igual de feliz que ellos, con sus compañeros y sus entrenadores y eso es lo que tenemos que celebrar.

Vamos dejando por aquí este blog, con otra alegría más para nosotros, participar y terminar la vuelta a Pamplona, felices con la progresión y el esfuerzo que le pone Miguel para que la vida sobre la bicicleta le lleve hasta la meta, y esté allí Buján para contarlo. Estamos contentos, a pesar de que sigue en pie el puente de Urrizola. ¡maldita sea!

Y mi amigo David, presidente de la Federación, ¡Tenemos el rumbo!

Willow