Si todo va bien como sin duda merezco, esta noche saldré con el viento a favor rumbo al Mediterráneo de Serrat, que para mí es el de la Costa Dorada, el de la playa de los Capellanes y los Sauledas, el de una Contini volando en las rampas entre Salou y La Pineda, el de unas despedidas de juventud en las que fuimos tan intensos y felices que las tuvimos que dejar ahí, en el recuerdo, como una carrera loca de 2000 kilómetros.
Y digo si todo va bien porque desde Febrero, fecha en la que tenía que haber ido a correr la Media Maratón de Cambrils en bicicleta claro, se me han ido torciendo los planes de fuga uno a uno, semana a semana, tremendo. Algunas veces los planes los torcía el dentista, otras el periódicos y como novedad este año, yo me he encargado de mandar a la mierda algunos planes, los menos, pero lo he hecho.
Imagino que serán señales, no lo sé, situaciones que te hacen abrir los dedos de la mano para que la fuga se vaya de paseo por la calle del olvido, como la canción de Los Secretos. Como aquel reto fallido de Adolfo desde Toledo a Castellón, que empezó con una caída de un monopatín de Miguel como despedida, para seguir con un aguacero mañanero en Ávila y terminar con un positivo de COVID19 de Adolfo, que lo mando de vuelta a la cama y a mí a Pamplona.
Es algo nuevo aunque no pasa nada, imagino. Antes le daba un par de vueltas a las fugas y ahora ando entre las doscientas y trescientas incluso para dormir en Sallent de Gállego y subir al día siguiente el Portalet. Pero bueno, como dice Forrest Gump, a veces pasa. Y punto.
La temporada de carreras y los entrenamientos de Miguel es intensa y no trae un paréntesis en su día a día, aunque lo está haciendo muy bien, sigue con la misma ilusión entrenando y poco a poco va terminando las carreras, porque ese es el objetivo familiar de este año, llegar a la meta, y cada vez que lo hace lo celebramos como si ganara el Tour. A mí me da mucha vida.
El caso es que me viene un final de mayo con la vida en fuga. Esta noche al Mediterráneo pasando por Unzué, como siempre, como todo. Y el 30 de Mayo nos vamos de Madrid a Pamplona pasando por Durango, casi nada, pero por el Durango del Vizcaya, aclaro, no por el Durango de EEUU que casi manda fuera de carrera en la RAAM.
Adolfo y “El sueño de Elsa”, el último vuelo solidario en torno a Elsa, su familia y su vida, que Adolfo y sus amigos de las “empresas con alma”, han conseguido meterle un color más azul a su día a día. Y allí nos vamos otra vez, y ya van seis retos con el Ultrafondisata solidario de Toledo y los que vengan.
Ah! Y por medio un finde en Las landas con Iciar y sus amigas de guardia, porque Iciar se lo merece, claro que sí y sus amigas también.
Así que me largo y me vuelvo a largar, esta vez lo tengo claro, estamos en campaña electoral y Adanero viene de Madrid a Pamplona, vía cambio de partido para seguir hablando del “Sanchismo” y tal, ¡ay que joderse!.
Señales también, pero esta vez para salir pitando y no volver.
Willow
Y ahora, cuando todos estáis esperando el temazo de "la calle del olvido", yo os comparto uno de Amaral "Cuando suba la marea" porque siempre me han gustado más "los días salvajes apurando el futuro en la palma de nuestras manos", para eso soy hombre bala.