No tengo claro si escribir un blog es la forma ideal para vender bicis antiguas, o veteranas, o bicicletas para reacondicionar, que esto no es el Back Market ese. Vamos a dejarlo en bicicletas de edad avanzada con una gran historia detrás y otra por escribir, que esto ya suena muchísimo mejor. ¿A que sí? Al fin y al cabo, soy influencer y sé teclear directo al corazón.
Calculo que, en el Villavés, tendremos sobre 25 bicicletas y que, entre todas ellas, suman algo más de 500 años de edad. Batallas guapas, supongo. Y calculo que, si les damos carta blanca y pasaporte, les espera un retiro tranquilo, una vida por la ciudad con unos guardabrros, como una prórroga llena de trayectos tristes al trabajo y felices al juevincho de turno, las imagino también contando sus historias a sus compañeras, candadas en la puerta de cualquier Eroski, o cargadas de sueños camino de la universidad. Pero todas ellas saldrán de su pequeño letargo y seguirán con sus batallas, ¡claro que sí!.
Que se lo digan a la que cierra una de las filas en la oficina del club, fue con la que corrió Miguel Induráin en juveniles, la primera que “estuvo ahí”, con él. La recuperamos para el libro del 25 aniversario del club y ahí se quedó, y ahí se va a quedar, claro, porque esa ya ocupa su lugar en la historia de nuestro club. Se queda sin ir a la universidad, está claro.
Por ahí también la de otro Miguel, histórico del club y de mi vida, Miguel A. Carrera, la bici con la que terminó la carrera de Arre, con la que subió Luz Ardiden y con la que dio millones de vueltas a Peritos en sus mil años de entrenador.
Tenemos una Pinarello Azul que registró el mejor ataque de la historia del Tourmalet. Sobre ella estaba Iñaki Olaverri, y detrás nuestro Angel Pozo haciendo lo que podía. Se nos fue a pie de puerto, en Luz Saint Sauver y contra todo pronóstico, no lo volvimos a ver hasta la cima. Y todo moviendo un 39 x 21, no miento, yo estaba allí.
Cuidado, que mi montura en Juvenil también anda por ahí, una Contini roja con frenos Campagnolo Athena, batallas pocas, la verdad, la de Dicastillo con nuestro Chente, algún ataque por Marcalain y ya está, porque hasta que las Canyon no llegaron a mi vida, no tengo mucho que contar.
Y también tenemos una Bianchi con los cambios en el cuadro, que parece que la llevó Fausto Copi, aunque no estamos seguros de esto, pero así la vamos a intentar colocar. Tiene tubulares y están podridos de tanto recordar otros paisajes y otros tiempos en los que una suerte mejor le sonrió, como en la fábula del vagón de metro de Ismael Serrano.
Y suma y sigue con otras tantas marcas, desde Biondi, a Coralín, pasando por BH y Pinarello, a caballo entre el acero y el aluminio, y todas esperando que alguien las saque de paseo, aunque sea para ir a trabajar. Como la Cinelli verde que me preparó Dani Monreal, que descansaba en el club y ahora se mueve entre el penal de Cordovilla y el Eroski de Lezkairu de Pamplona y con suerte llega al Decathlon de la plaza de Toros, a por gominolas. Porque del juevincho ni hablamos, un accidente de vuelta a casa podría ser su final, deja deja.
Así que, si quieres dar una segunda oportunidad a estas y otras joyas y de paso echarnos una mano para llevar al equipo cadete y junior de feliz concentración previo al inicio de temporada, estás de suerte, aquí tienes la mejor oferta de la historia:
Bicicleta + bidón de Movistar o Ineos (a elegir): 50 euros más la voluntad.
¡Y a chulear en la puerta del Eroski!
Willow
Para el temazo de hoy, recupero un clásico de Sabina. Esas canciones más desconocidas del flaco de Úbeda, pero con unas melodías buenisimas y algunas frases eternas. Mola.
