“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

ROMA EN EL ESPEJO.

Sandra tiene su canal de youtube  con 6 videos y 4 suscriptores, entre los que me incluyo. Es un canal sencillo, ya veis, Parecido al mío, la verdad, que cuenta con 21 videos y 37 suscriptores. Nos movemos en cifras humildes, suficientes.


Vamos que ni Sandra ni el ultrafondista venido a menos somos influencers, que yo lo intenté, vale, y en algún momento de mi vida llegué a sentirme un poco referente del ciclismo de Ultrafondo, que es como ser referente de nada, porque en realidad es una disciplina que practican diez personas en todo España, y tirando por lo alto. Y llegué a competir en la “carrera más dura del mundo”, que suena que te cagas, y hasta tuve unas barritas energéticas con mi foto en el envoltorio. Pues un poco influencer ya era, y gilipollas también, bastante, y disperso, eso a más no poder.

Perdón, me centro.

El caso es que el viernes pasado, buscando el temazo que acompañaba al blog de la fuga de Capbretón, “Corazón de mil inviernos”, y en un momento de lucidez que no suelo tener, decidí “churrutear” un poco más a la persona que lo había colgado en la plataforma “Youtube”, Sandra.


Y resultó que la tal Sandra me acababa de enseñar dos temas que no conocía de Mikel Erentxun “Roma en el espejo” y  “Come to New York” y otros dos cantados en Inglés “Smile” y “Twilight time”, más el directo de “Corazón de mil inviernos” y “Placebo”.


Sin pararme a pensar un segundo, como siempre, y vía Whatssap, lo compartí con mi amiga Arantxa, que tiene un Master en Mikel Erentxun y en seguirme hasta el fin del mundo, pobrecica, por lo menos y para su suerte, ha sido durante la segunda parte de mi vida, que es la más chula, o eso creo.


Arantxa dice que las conocía, pero creo que por lo menos “Come to New York” no, esa no la había escuchado nunca. Quizás “Roma en el espejo” sí, y quizás yo también, en aquel intercambio de MP4 que hicimos atravesando Estados Unidos. Pinta que puede ser, es el estilo de canciones que he descubierto después de Mikel y que Arantxa ya las tenía controladas.

Mi amiga Arantxa, sus canciones compartidas y nuestras ciudades de paso. Algunas a pleno sol, en otras lloviendo y sin ser abril, pidiendo tiempo muerto en casi todas y en el tiempo de descuento en muchas de ellas. Pero para nuestra suerte, sólo una fue de color de las hormigas, se llama Bloomington en el estado de Indiana (EEUU), tan solo fue un punto más en nuestro libro de ruta, algo pendiente de olvidar.


Arantxa: a partir de ahora ya sabemos que la ciudad eterna tiene los días contados y que lo único eterno que tiene Roma, fue la cena que te marcaste en el Trastévere, por tu cumpleaños, con Irache, Miguel y Marta, en aquellos días de despedida del último vuelo del hombre bala en la Race Across Italy.

Y toda esta chapa es para deciros que no conozco a Sandra, pero soy fan total, os recomiendo su canal de “Youtube” con sus cuatro seguidores y seis canciones, porque hacía tiempo que no me sorprendía y me emocionaba nada tanto, además del trabajo aquí por el periódico, aclaro, que me sorprende cada día más y me emociona hasta el punto de perder el sueño otra vez.

Porque a veces pienso que hemos dejado el viejo edificio de Cordovilla para trasladarnos a Bloomington en Indiana, ya sabéis, donde no había máscaras ni ganas de reír, pero eso ya es de otra canción y por hoy ya tenéis suficiente.

Ahora sí, os dejo con “Roma en el espejo”.

Willow.


No quiero promesas, tú sólo dame un día y yo pondré otro día más.