Hoy nos cuentan en El Diario Vasco (pincha en la noticia que te va a encantar) tiene su inicio por allí, en el Pais Vasco. Que debe ser muy nervioso, con etapas en Bilbao, Vitoria y San Sebastián. Así será, porque viendo los recorridos de la terrible Itzulia, y las ultimas Clásicas de San Sebastián, no le veo a Mark Cavendish ganando a los pies del mar Cantábrico.
Más veo una etapa para los guerreros del pedal, los Van Aert, Allaphillipe, Van der Poel, Joaquín Unzué, quizás Alejandro Valverde, si en su equipo deciden que tiene que seguir disfrutando de la bici y tal, o un Alex Aramburu, tan guipuzcoano como Jaizkibel y que en un año estará en su mejor momento, como Mikel Erentxun, porque todos los años son el mejor momento para Mikel, y para mí, cuando lo veo, el mejor de mis días.
Si lo dicen en el Diario Vasco será cierto. Me encanta este periódico, lo leo todos días desde hace muchos años. Yo me lo creo más que si lo dice el propio Tour de Francia. Y además es que lo dicen muy bonito. Los Iñaki Izquierdo y Gaiska Lasa te cuentan que llega el Tour, en la misma página te envían a la anterior vez que lo hizo, a 1992, mientras le ponen cara en tu imaginación a los Bugno, Dominique Arnaud, Chiochioli y Luc Leblac entre otros.
El papel de dos páginas de periódico que te envuelven en un aroma de Tour de la era Indurain, y a mí, disperso, me hacen comenzar un viaje sin terminar de leerlas, hacia el final de los Tours de Miguel, el del 96 en Pamplona, con aquel Bjarne Riis que lo habríamos tirado murallas abajo, los festina como lobos por Pio XII y mi amiga Yolanda y yo por la Baja Navarra primero y por el NH El Toro después, saludando a la expedición Banesto, contemplando el panorama sin saber que aquél día era el principio del final del eterno Miguel.
Eso hoy, porque ayer el Diario Vasco nos metía en la festividad de San Sebastián, y debía ser 20 de enero, porque la portada era una viñeta, como una "13 rue del percebe" donostiarra, con todos los protagonistas de allí. En el ático Mikel Erentxun, con sombrero, sus piernas cruzadicas y la guitarra, después Aperribay y Oyarzabal de la Real Sociedad, Berasategui, Elena Arzak, los Tambores de Oro. Eso y doscientas mil páginas de unas tamborradas que no serán.
Y pongo que debía ser 20 de enero porque realmente no me enteré de la fecha hasta la noche, porque al ver el Diario Vasco, otra vez disperso, me quedé enredado en su portada, y luego me fui de viaje por el otro periódico, el que me ocupa y preocupa, el Diario de Navarra, con su nueva vida a todo color y el cielo del color de las hormigas. Por la tarde empecé a escuchar la canción de La Oreja de Van Gogh “20 de enero”, por todos los lados, pero me pareció tan chula que me volví a perder en la voz de Leire y los acordes de la guitarra de Pablo Benegas. Y cuando ya la escuché por cuatro vías diferentes pensé que aquello no podía ser una casualidad. Y fue entonces cuando me di cuenta que el 20 de enero es San Sebastián, pero a mí me daba igual, porque una vez más estaba tan contento sin enterarme de nada.
Ventajas de ser disperso, imagino, porque puedo viajar del Tour del 92 al del 96 y centrar todo un gran día de San Sebastián en los acordes de una canción para dos, y ser feliz.
Yolanda, si quieres nos podemos ir a San Sebastián a ver el etapón del tour 2023. Dicen en el Diario Vasco que termina en Ondarreta, nos podemos poner un poco más lejos, como en el tour del 96, por el Boulevard de los sueños rotos puede ser un gran sitio. Y luego pasando del Movistar, nos vamos a ver a Xabi Zandio al hotel del Ineos.
Mientras tanto y como queda mucho, aquí te va el temazo del blog, una de las rarezas de Mikel Erentxun buenísimas, otra letra de amor brutal, es del concierto en el Victoria Eugenia de San Sebastián en el 2008. El concierto que más contento le he visto a Mikel, en el que se marcó un "A pleno sol" que fue un himno para nosotros en la Race Across América.
Y toda esta chapa es para decirte que estoy feliz de poder regalarte este temazo, porque los ultrafondistas somos así, regalamos canciones, murallas, amaneceres y todo lo que haga falta.
Willow