“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

CARTA BLANCA, PASAPORTE Y POCO MÁS QUE AÑADIR

El plan es el siguiente:

Lunes 10 de mayo 6,30 h gasolinera de Lezkairu (Pamplona), el ultrafondista navarro venido a menos y Dani, el desdichado presidente de los cicloturistas del Tenis. Café, napolitana de chocolate y rumbo a Santiago de Compostela.

Lo tenemos todo preparado, café en Logroño, Nestea y pincho de tortilla en Burgos, foto en Carrión de los Condes para enviar a Ricardo y de allí a cenar entre Sahagún y Astorga.

Preparamos los focos y a pasar la noche como se pueda por el Bierzo, que desde que me salió un lobo en mi segundo Camino de Santiago le tengo pánico a ese tramo. Tiene casi más peligro que todos mis jefes juntos en la eterna búsqueda de la excelencia, y digo casi porque si me dan a elegir prefiero un par de lobos bien hambrientos pero sin dudarlo.

Bueno que me voy del tema, pero como vuelvo a trabajar como si no hubiera un mañana, estoy un poco en bucle otra vez con el periódico, resulta que el confinamiento de mi compañera ha hecho que lo esté pasando peor que en aquel desierto de Arizona, donde no había máscaras ni ganas de reír, cualquier día me llevo el chaleco de hielo y el equipo de apoyo a la oficina. ¡Mierda! Me he vuelto a ir del tema otra vez.

Va! Ahora sí, sigo con el Camino. Nos amanece entre O Cebreiro y el Poio, una luz acojonante nos enseña Galicia. Brutal, nos venimos arriba, pero no mucho, porque paramos a desayunar en Portomarín, café en Arzúa, preparamos el Spotify y nos damos un homenaje de 40 kilómetros con Mikel Erentxun a toda leche hasta llegar a Santiago. ¡Vamoooosss!

En 32 horas, con la calma que dice Baraibar, y nada de salir de Roncesvalles, que no somos peregrinos, más bien somos gilipollas, porque hay que ser gilipollas para ir hasta Santiago sin parar, y muy gilipollas si encima ya vas por la quinta vez que repites semejante despropósito.

A que mola! Pues la culpa de Cano, que ayer cuando estuvimos salvando a la hostelería, me dijo que se iba a los toros a Córdoba el día 15 de mayo. Como soy un hombre en fuga y no me interesa para nada el mundo de los toros, me pareció un planazo y le dije que me iba con él y Cano me mando directo a Santiago. ¡Canuto se va solo y tú te vas a Santiago como el año pasado y punto!. ¡Ese es mi Cano!

Planazo o qué!!! Solo me falta mandar al palco el estado de alarma, el confinamiento perimetral, el toque de queda y comentarle todo esto a Dani, que todavía no le he dicho nada. Por lo demás todo marcha según lo previsto.

Pues nada, esta mierda de blog es para comentaros que me pienso ir a Santiago el primer día que nos dejen salir a vivir la vida, que estáis todos invitados a venir conmigo, lo pasaremos bien. Ah! 15 euros en el maillot, importante. No seamos rácanos, ¿vale?. Una vez llegué con siete a Peñíscola, pero dando pena a la tristeza, la verdad. ¡Ay si hablaran la gasolinera de Tortosa y el DIA de Puente la Reina!!! El mito del ultrafondista Navarro haría aguas. En fin, corramos un tupido velo hasta Santiago y quizá lo alarguemos hasta el Cabo Finisterre, le llaman el fin del mundo creo, pues tiene buena pinta.

Mira que lo mismo llego al cabo ese y tiro en recto hasta el fondo del océano atlántico con Pinarello F10 incluida, que el otro día comentaron en el periódico que además de la excelencia teníamos que ser influyentes, y yo ya estoy mayor y cansado y con la excelencia ya tengo suficiente. Además con mi pequeño problema de no pronunciar bien la palabra “NO”, pinta mal el tema, y Andrés ya no está, ni sus brazacos y es todo tan triste.... Así que el cabo Finisterre puede ser un buen lugar para practicar el salto definitivo, ese que según Fede es perfecto desde la terraza del Natxo (estos del Tenis dan mucho juego).

Inma, cuida de Cano por allí, no entres a ver los toros, que no nos gustan nada y no hace falta, salvad a la hostelería con un buen jarrón de Paulaner, que somos muy de Paulaner, y pasadlo fenomenal. Si todo va bien y no salto del cabo Finisterre, estaré por allí a final de este mes de mayo, con el gran Adolfo, mi ultrafondista solidario de referencia, llevaré las zapatillas nuevas, y el spotify a reventar de Erentxun, solo nos van a faltar las murallas de Pamplona, una pena.

Carta blanca, pasaporte y poco más que añadir.

Willow

P.D.: Y Chechu haciendo series, de locos. Pam!