La patas de Perdi no invitan a rodar tranquilamente con él una mañana de domingo. Están más fuertes que el vinagre y más finas que las de Luis León Sanchez. No puede estar más cachas el tío. Le teníais que ver haciendo equilibrios en esas malditas pelotas que me mandaba Eduard Barceló como preparación y que nunca hice. Me pilló mayor, hombre bala sí, pero mayor. El caso es que Perdi se sube a la pelota esa y encima hace malabares con las pesas sin despeinarse, tremendo.

Así que el domingo le esperé temblando en la puerta de casa. Me prometió tres horas de bicicleta tranquilas pero entre sus ejercicios de core imposibles y sus fugas en las carreras de Master no pegué ojo en toda la noche. El sábado estuve toda la tarde trabajando en mi huerto de excusas, buscando una salida digna a un domingo que se ponía feo, algo rápido y convincente, no sé, un crio enfermo, una llamada a deshoras del periódico, una PCR positiva…

Y para colmo de mi desdicha Mikel Baraibar prometió acompañarnos un rato, en plan risas y tal, para ponernos al día dijo. Otro que ha vuelto de Japón intratable. Me veía más cómodo jugando a baloncesto con mi metro sesenta de estatura y tirando por alto, que bailando la Pinarello por Artazu con esos dos.

Pero Perdi y Mikel me quieren bien, por algo les llamo hermanos, porque han pasado del título de amigos al de hermanos, y lo que se presentaba como una mañana llena de dolor fue una puesta a punto familiar. Además, tanta confianza me abre la puerta a mandarlos a tomar por el saco en caso de que su bicicleta empiece a alargarse sospechosamente y que no pase nada.

De todas formas me veo bien, he vuelto a modificar las medidas de la bicicleta, también he dejado de correr unos días por las murallas de Pamplona y ya no toco la bici de monte. Un poco de orden en mi vida, solo voy sin rumbo con la bicicleta de carretera. Mi cuerpo me lo ha agradecido y voy saltarín que diría Zugasti.

He vuelto a devorar kilómetros a pleno sol y sin ningún dato, referencia y sentido, como lo hacía cuando empecé en la larga distancia, lo que ahora llamamos Ultrafondo que mola mucho y viste más, y me quedaba dando vueltas al polígono de Landaben cuando todo el mundo se había ido a casa, por el puro placer de seguir pedaleando.

Me río cuando me hablan de mérito, valor o resistencia a prueba de bombas. Todo este sin sentido de pedalear es un auto homenaje que nos damos los que tenemos esta inquietud de pedalear para ser felices. Que lleve el cuerpo a la quinta dimensión Primoz Roglic, que nosotros tenemos que ir el lunes a trabajar y con suerte y 32 dos horas libres, llegaremos a Santiago de Compostela cuando el cierre perimetral sea historia.

Me voy a centrar más en la bicicleta, tenemos evento a la vista con mi ultrafondista solidario de referencia, Adolfo, claro, mi Forrest Gump allá por Toledo. Se ha vuelto a liar la manta a la cabeza y el 29 de mayo piensa pedalear desde Toledo hasta Almería, 530 kilómetros mirando a Bangassou (Afríca) y a su amigo el Doctor Curro Huete. Será el final de un reto solidario conseguido, porque para cuando Adolfo recibe los aplausos sobre la bicicleta en la línea de salida ya ha llegado a la meta solidaria de la aventura.

Por eso soy fan, porque manda al palco (también de Zugasti) el ego deportivo que tenemos todos, por eso y porque sus amigos de guardia, con Iosu Antoñanzas (GABYL) a la cabeza, se suman a cada vuelo de Adolfo, y no sólo eso, si no que le dan las gracias por contar con ellos. ¿Cómo no me voy a cruzar media España con mi Renault ochentero para quitarle el viento sobre la bicicleta?.

Que sepas amigo Adolfo, que me pienso poner casi tan fuerte como Perdi. Pienso desempolvar los viejos entrenamientos de Eduard Barceló y darle un buen meneo a la Pinarello. Koms tiene pinta que ya no voy a batir ni uno, pero vamos a buscar si queda algo de hombre bala para que nos eche una mano camino de Almería.

Ah! Y ya vale con lo de salvar a la hostelería, que se lo merecen sí, pero como no puedo hacer nada medio normal, me he pegado una Semana Santa fina con Cano en nuestro Bar de referencia en Lezkairu, así en plan ultrafondista, de ocho a nueve de la noche, una hora sí, pero intensa y no hemos fallado ni un solo día. Yo concienciado con el asunto y Cano más. Así que el otro día el dueño nos consultó sobre el próximo pedido de Paunaler, no tenía claro si pedir la normal de trigo o la variedad “Salvator”, que es una locura de cerveza, está mejor que una Pinarello F12 roja, bueno casi mejor.

Os dejo con la nueva versión de “Esos ojos negros”, tema que recupera Mikel Erentxun con Amaia Romero para el nuevo álbum “Amigos de guardia” (un saludo Pili si has llegado hasta aquí). Temazo en toda regla pero para mi gusto esta chica tiene la voz demasiado dulce, "voz Disney" dice mi amiga Raquel y Raquel además de la sonrisa siempre tiene la razón. Siento ser tan sincero, pero lo veo así, es que en casa somos más de Ana Guerra, ¡qué pasa!

Espero que ahora no se lie parda entre los seguidores de Amaia Romero y los de Ana Guerra, que “Cepeda se queda” o eso dice Marta Martín, pero yo no quiero problemas, que después del blog de los Koms prometí al gran Pelos y a mí mismo, no volver a opinar de nada, y ya veis, siguiente entrada va y cargo contra la pobre Amaia.

La lluvia cae sobre el suelo gris, el tiempo pasa y no puedo reír y tal.