Irache dice que no hay ventiladores en Media Markt. ¡Vaya! No lo entiendo. Será que soy tonto, como dicen en su publicidad. Eso o que el mundillo ciclista, viendo el agua que cae estas semanas y que no tiene pinta de parar, los ha instalado en sus cocinas, bajeras y demás dependencias (hasta una caseta de plástico para instalar el rodillo he llegado a ver) que utilizamos para darle a la bici sin mojarnos.
Y es que, ahora que ando en la segunda fase de la preparación para la Race Across Italy, estoy todo el día luchando con los vatios, con el TSS diario y con el TSS semanal (ya hablaremos más delante de todo esto). Y me hace falta todo para subir los malditos vatios, para llegar a las series y poder seguir al día siguiente cumpliendo el plan.
Me he acordado de una charleta que tuve con un compañero de Oberena que hace triatlón, cross, nada… vamos que no para. Me contó que en el rodillo, si te enchufas un ventilador delante, además de la típica ventana abierta, mantienes los vatios mucho mejor e, incluso, los mejoras. Imagino que irá por el tema de la deshidratación, la ventilación y demás. No lo sé, pero me da igual. Va a caer un ventilador fijo y bien grande, como el dato de TSS semanal que tengo que completar.
Aquel cartel que puso en el portal la administradora de nuestra anterior casa con aquello de “se ruega no conecten aparatos eléctricos entre las 22.00 h y las 8.00 h para cumplir la normativa….”, hizo que me pillara un rodillo silencioso, de esos que van sin la rueda de atrás a un núcleo estanco. Evidentemente no había lavadora conectada a las 5.00 de la madrugada. Era el pequeño ultrafondista bailando la pulsación. Me di de por aludido desde el minuto uno.
El año pasado, que también llovió a base de bien, llegó a casa un rodillo de esos inteligentes con recorrido virtuales de la marca bkool para poder completar las series. La diferencia de estos rodillos (también tuve el wahoo fitness de Sky una temporada) es tremenda. Te permiten entrenar, hacer las series, la pedalada es muy parecida a la de la carretera, igual que la fatiga que te deja después así que sirve para entrenar o para soltar piernas. Es una maravilla, me tiene loco.
Yo paso de hacer carreras con otros ciclistas desde la cocina de casa, la verdad, así que me pongo una sesión de 900 vueltas al velódromo Luis Puig y a darle.
Eso hasta la semana pasada, que Eduard colocó en el Training Peaks aquello de “en un puerto tendido lo más uniforme posible mete las siguientes series…”. Y con esta tormenta tropical en la que llevamos ya dos semanas metidos tuve que echar mano de mi influencer en rodillo bkool, El Pelos.
Así que con su ayuda diseñamos manualmente un puerto de 100 kilómetros al 3% en la aplicación de bkool, porque las series de Eduard son infinitas y el ultrafondista muy cabezón, punto. ¿Es crack o no es crack el Pelos? Pues me va salvando las series y, como bien me dijo él, “ahora ya no tienes excusas para no hacer todo el entrenamiento ”, y claro hacemos hasta la última serie y más allá.
Hoy le he metido al rodillo silencioso de madrugada, a las series al mediodía un par de horas, y le acaba de caer su réplica de una hora antes de las cenas familiares.
Mañana me estoy planteando salir a correr al amanecer, que, aunque en esta fase se acabó la carrera a pie, necesito un poco de aire y lo ventiladores se han agotado. La previsión nos da agua hasta el viernes y nieve el fin de semana y la rueda no puede parar de girar. “Una pausa, un respiro, no hay combustible para despegar”, me lo merezco.
Para terminar un secretillo. ¿Sabéis lo que hice el 10 de Junio en Barcelona antes de pillar el avión rumbo a la Race Across América? .....en mi defensa diré que las bicis estaban ya en Oceanside, en el gimnasio del hotel no había ventiladores y a mí me da pánico el avión. Salí a correr, lo siento, pero ¿qué podía hacer?