Mi amigo Chema Garcés ha mandado un mensaje en el grupo de Whatsap que tenemos antiguos entrenadores del Villavés: "¿Estoy sudando más que esta mañana!" Chema, si no lo conocéis, es tranquilo, no se suele poner nervioso, y además evita cualquier situación incómoda.

El bueno de Chema estaba viendo el Tour de Francia, sí, hoy, el maldito pavé. No es para menos, a mí me ha tocado verlo aquí en la piscina de Oberena. Por momentos, he dudado si pedirme el helado de piña, estrella de este verano, o un Beefeater con limón, o dos, porque la batalla que estábamos viendo merecía un calmante como Dios manda.

Creo que cada ciclismo tiene su carrera y hasta su época dentro de la temporada. Tiene su especialidad y sus especialistas. Equipos que disputan y otros que van porque tienen que ir, pero nada más.

El Tour de Francia no es la París Roubaix, lo siento. Para empezar no es una carrera de un día, son tres semanas. El Tour de Francia son Alpes y Pirineos, son abanicos y etapas de transición, es la tensión de la primera semana con todos los equipos en una pelea constante para llevar a sus líderes adelante, sí, también son caídas que provoca todo esto. Todos los años algún líder se va para casa antes de tiempo, el ciclismo y el Tour también es injusto.

Pero los tramos de pavé de hoy han creado tal tensión en el pelotón que ha llevado a mil caídas y bastante feas, por cierto. Caídas hasta fuera de pavé como la de Mikel Landa, caídas en cada curva de entrada o salida de los tramos y eso que no había llovido. He visto un pelotón y unos corredores totalmente superados por la situación. Y no creo que se lo merezcan, la verdad. ¿Buscaba eso el Tour? ¿Le hace falta esto al Tour?

No conozco el mundo adoquín, la verdad, nunca me ha llamado la atención, pero me han parecido tramos muy duros y muchos tramos, demasiados. Ver a un ciclista como Rigoberto con la ropa rota y manchada de barro me da pena, o las caídas de Froome y su equipo, el corredor de Sunweb que ha entrado por medio del pelotón presa de un estado de ansiedad brutal y casi tira a otros compañeros, la cantidad de pinchazos y pinchazos, Roman Bardet ha pinchado seis veces, ¿es justo?....yo lo he sentido mucho por los corredores.

En el ciclismo actual, el Tour de Francia nunca lo ganará ningún ganador de la Paris Roubaix, pero en el pavé lo pueden perder muchos aspirantes, en una mala caída pueden decir adiós a sus opciones, a llegar a los Alpes y disputar allí la carrera, o a la crono, a ganar o a perder, por supuesto que están las caídas fuera de pavé, y la mala suerte, como la de Porte, pero los 21 kilómetros de pavé son un reparto de boletos entre el pelotón rifando una retirada de la carrera.

Los líderes han ido a ver el pavé pero no lo han entrenado. Y no creo que estuvieran preparados para esta batalla. Veo la Roubaix por la tele, y claro que hay tensión, pero lo de hoy no lo había visto.

En cuanto a la carrera, he visto un Movistar que lo ha hecho muy bien, unidos, casi perfecto si llegan a parar a Valverde a echar una mano tirando de Mikel Landa. Valverde no tenía ninguna opción en esa etapa porque no puede con los velocistas que viajaban con él. Un ataque que no entiendo cuando iba a 40 segundos de los escapados. Si el trío que ha llegado no se hubiera escapado, Mikel Landa se habría dejado un buen tiempo.

Soy fan de Mikel Landa, me cae bien y desde luego en el Tour y, en su general final, le veo mejor que a Valverde. Veremos qué pasa con la caída, mañana día de recuperación, se lo merecen todos. Mi amigo Chema Garcés también.