“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

ENCUÉNTRAME ESTA NOCHE EN LA TIERRA DE LOS SUEÑOS.

Volvíamos el otro día Irache y yo en el tren de Madrid, solicos, Iciar y Miguel se habían quedado con los abuelos y nosotros nos habíamos hecho un “Live the Roof” marca Mikel Erentxun en la terraza del Hotel Silken Puerta de América, que nos había sabido mejor que una Race Across América, bueno casi, no, venga, mejor, que todavía este ultrafondista venido a menos no ha llegado a la meta Annapolis nunca en su vida.
Viajábamos los dos, tranquilos, hablando de muchas cosas, dejando que el tren nos llevara, aprovechando para dar unos likes en el mundo Facebook y escuchando las medidas que tomarían un grupo de jubiletas que teníamos en una “mesa” del vagón sobre la independencia de Cataluña, como si a Irache y mi, nos importara algo la independencia de Cataluña y sus medidas, por lo menos a mí, aclaro.
Nos dio para tanto el viaje de vuelta que repasamos las salidas que habíamos hecho este año, que en el plano deportivo, de vacaciones familiares y salidas de fin de semana va llegando a su fin, y ciertamente no hemos parado.
Bien es cierto que no llegamos a la Ruta 66 de Santy Mozos en bicicleta, ni mucho menos al viaje que se ha pegado Ramón Montesino por Nueva Zelanda, con sus lagos, cascadas, focas y parques nacionales, dale que te pego para envidia del resto de la parroquia….para nada. Lo nuestro es bastante más sencillo, cada salida sigue un mismo patrón: agenda sobrepasada de planes, pero de largo. En el maletero bicicleta y rodillo, bicicleta sola o zapatillas, o en algunos casos los tres elementos. Siempre algo nuevo y siempre en familia, porque Mikel Baraibar, Oscar Morales, Eneko Diaz y Miguel A.Carrera son de la familia desde hace años, y con muchas ganas de vivirlo, siempre, cada años más.
Fijaos, sólo en este 2017 he visto amanecer desde mis zapatillas o mi bicicleta Canyon y con Mikel Erentxun en el MP4 en Sevilla, la Costa Daurada, Biescas, el Parque Nacional de Ordesa, Viehla (Valle de Arán), Liubliana (Eslovenia), Venecia, Santander, Lisboa y hace unos días en Madrid. A limpio Selfie todo el día, porque llegar a Lisboa con Oscar Morales, salir a correr por la zona del Puente de Vasco de Gama y no colgarlo es algo impensable, esos momentazos hay que enseñarlos sí o sí .
Y no cayó una buena carrera a pie en Mestre (Italia frontera con Croacia) porque el día anterior había acabado el Campeonato de Europa de 24 horas en Eslovenia y aunque llegué a ver la salida del sol lo hice vestido de “runner” sentadico en un banco delante del hotel, corrí 10 metros, no podía más, así que no cuenta.
Ha sido un buen año, lleno de excursiones, salidas y viajes familiares. De carreras que han acabado bien como el Campeonato de Europa de 24 horas, la maratón de Sevilla de Irache que aunque no logró el tiempo deseado el esfuerzo de la preparación y el marco de Sevilla nos hizo vibrar al resto de la familia como si habría ganado la carrera.
También otras que han salido fatal como la Pedals de Foc que ni siquiera pude salir con el consiguiente chasco que me llevé y el disgusto de mi hijo Miguel esa noche al ver que estaba un "tanto" triste, porque lo que importa, lo que vale, lo más auténtico y lo que sustenta todo esto es que compartimos una misma ilusión. Todos los que participamos, bien sea la familia o los amigos en el caso de las carreras compartimos siempre el mismo objetivo, nos mueve la misma meta. Todos a una. Esa es la clave.
Las carreras de cada año aumentan. A las mías se suman las de Mikel que también son mías aunque no de pedales, que no es lo mismo pero es igual, que dice Silvio Rodriguez.
Este año hemos ido más allá y además de la linéa aérea de Volotea Cantábrico-Venecia, hemos descubierto como buenos fans de Mikel Erentxun unas salidas nuevas, en pareja, Irache y yo, punto, también con un patrón hecho, conciertazo de Mikel Erentxun por la noche y carrera a pie por la ciudad por la mañana.
El concierto en modo acústico del domingo pasado y en formato familiar en la terraza del Silken Puerta de América no creo que se me olvide nunca, Irache, Mikel Erentxun, su guitarra Gibson y una canción, “Libélulas”, que me ha perseguido en todas las carreras, a pie, de bici, competición o entrenamientos, de su último disco “El Hombre sin Sombra” y que cantó después que me dijera por el micro que “esta canción sólo nos gusta a ti y a mí”. Pues eso, Puro Annapolis Junio 2018.
Todavía nos queda una última salida al Teatro Victoria Eugenia de San Sebastian, que promete, ya que hablando después del concierto con Mikel nos dijo que "ese concierto va a ser muy bueno”. Cuando lo dice Mikel con tanto tiempo seguro que nos espera una noche increíble, del amanecer ya nos encargamos el resto.