“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

PORT AVENTURA: CELEBRAMOS EL MEJOR CATARRO DE LA HISTORIA

El objetivo era pillar el catarro más grande de la historia y así no ir al cole el lunes, y luego ya disfrutar, hacer piña, celebrar el final de temporada cadete alejados de cualquier tipo de dorsal, clasificación, juez árbitro que nos retire a traición y geles de 80 mg de HG y demás…, lo primero era entrar en la semana con fiebre y en cama, y punto.

Para eso el parque de Port Aventura con la entrada más básica de la historia, es el lugar perfecto para ello. Sin opción a chubasquero por 19,99, a secador por 4,99, a fast pass por 39,99 para centrarte en las atracciones más cañeras y con un cielo del color de las hormigas, hacen de la Polinesia con su Tutuki Splash, el Oeste con su Silver river flume y la plaza de la China calados mientras esperas turno para el Dragon Khan, el lugar ideal para un resfriado perfecto y duradero.

Aunque ahora mismo en mi whatssap todavía no ha entrado ningún mensaje de Miren, Iosune, Antxón o Pablo pidiendo explicaciones por el colapso nasal de sus criaturas, cosa que me extraña, pero bueno, creo que en general cumplimos el objetivo y que Oihan, a pesar del disgusto por la derrota del Barcelona, estará ahora plácidamente en la cama terminando de leer las 80 páginas que se llevó de tarea a Salou y con una sonrisa en su cara, la misma que pintaba nuestro Cruz Urabayen, recordando un finde inolvidable con sus compañeros cadetes. Porque pillar un catarro juntos en la Polinesia de Port Aventura también es “hacer equipo”, y rematarlo con una carrera al día siguiente al amanecer bajo la lluvia por el Mediterráneo más adolescente de Salou, eso ya es eterno.

Lo siguiente sería hacer historia, pero eso pinta muy aburrido y no vale para nada, nosotros estamos centrados en ser felices, que es muchísimo mejor que hacer historia. Y por eso vendimos 120 camisetas con el maravilloso “por la mañana rodar” de nuestro Adur a la espalda, para irnos de final de temporada a Port Aventura todos juntos, para ser felices y nada más.

Nada nuevo para en nuestro club, hace dos millones de años también nos fuimos al mismo parque con los juveniles para cerrar la temporada, sin embargo, esta vez ha sido muchísimo mejor porque a Port Aventura le ha seguido una noche en Salou y a la noche una carrera con los chavales lloviendo al amanecer realmente emocionante, la felicidad del amanecer con las zapatillas y los temazos de Mikel Erentxun pero rodeado de cadetes y algún juvenil. Eso es mejorar con los años, claramente.

Y creo que lo único bueno que tiene cumplir años es vivir todo como si no hubiera un mañana, cualquier cosa, la carrera terminada de un chaval, un temazo que te explota mientras corres y no llegas a casa sin compartirlo, un premio de la Montaña que es más emocionante que un Tour de Francia, lo que sea…. Esta vez ha sido llegar a ese cartel de Salou al que siempre llegaba solo, para pasar a llegar con María en aquel viaje inolvidable desde Pamplona con nuestras bicicletas a ritmo de Quique González, y ahora repetir la foto pero con pleno de corredores, eso me encantó, vi claramente que habíamos ganado otra vez, y me hizo volver cantando mientras corría para sorpresa de Jagoba, nuestro cadete de la rotonda de Olloqui, ya sabéis, que corría a mi lado.

El finde terminó y con él la temporada 2025, otro fin de semana para celebrar, como toda la temporada, desde Mendaro hasta Salou, porque hemos terminado deseando empezar otra vez para volver a “nuestros sitios recordados”, porque empezamos el año con tres corredores y ahora, en nuestra parrilla de salida para el 2026, ya somos once, y eso es un exitazo total.

Porque el ciclismo cadete es un ciclismo de participación, de emociones, de aprendizaje, de excursiones y de palmeras de chocolate, un ciclismo en el que todos los corredores son los mejores del equipo, los disgustos duran diez minutos y alegrías son eternas y nada más.

Pillar el gran catarro del año en el Tutuki Splash de Port Aventura es una gran opción y si lo hacemos juntos, en equipo, y nos rematamos corriendo por el paseo de Jaume I de Salou al amanecer, eso ya es hacer historia.

¡A por el 2026!

Willow