Nunca se sabe, salvo los que siguen el ciclismo desde la pantalla de un bar, que esos lo saben todo, a la hora de pronosticar o augurar éxitos a un joven corredor que irrumpe con fuerza en el panorama profesional uno siempre se la juega. Me pasó con Romain Sicard, que ganó muy joven la Essor Basque compitiendo contra profesionales, después el campeonato del mundo amateur y el Tour del Porvenir, con unas condiciones de altura y peso perfectas para la escalada y contrareloj parecidas a nuestro protagonista de hoy, Marc Soler. El bueno de Sicard continúa en profesionales, y no va mal, pero por aquel entonces todo Francia y un servidor al otro lado de los pirineos lo veíamos ganando el Tour.
Pues venga, me la juego, y además a lo grande. Mi favorito para la Vuelta, Marc Soler. ¿Ves Miguel? Esto es tirarse al rio de bomba sin saber cuánto cubre.... otra vez.
Vaya por delante que no conozco personalmente a Marc Soler, sé que corrió aquí en Lizarte (muy buena gente, un patrocinador comprometido con la base y una labor increíble la que hacen), que durante ese tiempo su preparador fue Eduard Barceló ¿os suena?, que paso en 2015 a Movistar por su palmarés y porque Manolo Azcona veía que había material en ese corredor, y Manolo no se suele equivocar. A partir de ese momento Marc fue brillando con luz propia, ganando el Tour del Porvenir, una etapa en la Ruta del Sur y confirmando este año lo que se veía en él con un tercer puesto en la Volta a Catalunya, solo precedido por Alberto Contador y su compañero Alejandro Valverde para el que había trabajado toda la Volta. También tuvo el descaro de atacar al pinteño en la Paris Niza, hizo unas semanas a un nivel altísimo con sus 23 años de edad.
Por altura y peso (1,86 y 67 kgs) es perfecto para subir como sube y también para defenderse en la contrareloj en un futuro.
A Marc Soler y a su equipo, el Movistar, les llega esta Vuelta a contrapié. Al primero porque ya tuvo un pico muy bueno de forma en marzo con todo lo que hemos comentado y al segundo, a su equipo, porque se presentan en la Vuelta sin un líder con palmarés y cierta garantía, con el tren del doblete Giro y Tour de Nairo Quintana descarrilado, y con un Valverde fuera de juego. Es difícil que Marc Soler gane la Vuelta a España, pero quizá en dos años esta entrada al blog tenga sentido.
Menudo jardín me acabo de meter, como no hay gallos en esta Vuelta va y apuesto por él, pues sí. Sería demasiado fácil apostar por Chris Froome, por Alberto Contador sería un error absoluto, por Aru y Nibali una temeridad, por Chaves y los Yates.....va que no, Marc Soler y punto.
Tengo ganas de vuelta, el Tour con el follón del Campeonato de Europa en Eslovenia ni me enteré y el Giro estaría a saltos entre la zona 5, los patrocinios y el patio del colegio de los críos.
La Vuelta a España me pilla relajado, en un periodo de descanso activo. Unos días que aprovecho para compartir bicicleta de rueda fina con Migueltxo Sanchez Liso, camino de Zubiri a tomar el café, con él la conversación está asegurada, no calla, a veces te repite alguna historia, pero se le perdona, disfruta tanto en la bici que no se da cuenta.
Y yo también disfruto mucho los fines de semana con la BTT y un par de amigos desde que corríamos en juveniles , Juan Unzué y Josetxo Buján que me están enseñando unos caminos, pistas, trialeras, senderos y qué se yo muy muy bonitos. Además Juan desde siempre se defiende muy bien subiendo y bajando en senderos técnicos y estoy aprendiendo mucho de él. Le estoy "comiendo la oreja" para intentar hacer los dos aquella prueba que no pude hacer, Pedals de Foc, pero bueno, de momento andamos por los 70 kms que para mí por el monte ya es suficiente.
Os dejo, que tenemos que cambiar de aires, de la piscina a casa, una operación difícil, saldremos con retraso del peor horario previsto por la organización, fijo, incluso puede que lleguemos a casa fuera de control, veremos.