“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

CAFENASA: EL MEJOR EQUIPO DE LA HISTORIA Y PUNTO

Algo tiene esa maldita rotonda de Olloqui que a Jagoba, nuestro cadete en busca de un sueño, le confunde, le despista, no sé. El chico debería girar hacia la derecha para ir a casa pero algunas veces sigue recto a Zubiri. Ya puede estar jarreando o llevar 70 kilómetros en las piernas, da igual.

Ayer, de vuelta de la fiesta que es un entrenamiento del Cafenasa y en previsión de la posible confusión en la rotonda de marras, le envíe con nuestro Adur, para que lo mandara a casa, para no equivocarse o errar como la fábula de los tres hermanos de Silvio, y nada. Volvió a pasar. Recto de Jagoba y a Zubiri sin conocimiento.

Esta vez le escribí que le salva que soy fan de Adur y que a su lado tiene licencia para cometer los errores más chulos del mundo, como tener 14 años y rodar 95 kilómetros un jueves por la tarde. Hacer eso y hacerlo con Adur es uno de los mejores errores de la historia. Como nuestro equipo, el Cafenasa, o como la amistad de mi amigo Cano.

Me gusta eso de que algo sea lo mejor de la historia. No sé dónde leí lo del “mejor amigo de la historia” y me pareció insuperable y pensé que Cano tiene ese título pero de largo, y quizás se le queda corto. Es que es tan buena la frase que he empezado a decir que el Cafenasa es el mejor equipo de la historia. Quizás lo sea, o quizás no, no lo sé, el caso es que cuando salimos de fiesta con nuestras bicicletas somos los mejores, eso lo tengo claro. Nadie celebra unas cubiertas nuevas, un ataque en Alzorriz o un planazo que está por venir como nosotros. Siempre volvemos ganando porque volvemos con ganas de volver y sin perder las ganas de volver a ganar una tarde azul sobre la bici.

Pero vamos a retomar mi pequeño “re-debut” adelantado en el post anterior. Mi vuelta a la casilla de salida el sábado pasado en Arroniz. Os cuento, venga.

Llegué con los deberes hechos, con la conciencia tranquila y la rabia precisa, como Quique Gonzalez, y sabiendo colocar una bici de frenos de discos en la parrilla del coche, ni tan mal. El problema de todo esto, o la suerte, mejor dicho la suerte, quiso que a mi “re-debut”, se apuntaran otros dos entrenadores más, también un par de primaveras que llevan el escudo del club tatuado en su corazón, y hasta el presidente de la entidad. Así que el hombre bala con su viejo título de director deportivo nivel III, se fueron a la cuneta de la cuesta de Arroniz, pistachos en mano, para seguir la carrera a pie de carretera y celebrar la buena salud que tiene el Villavés, que cada carrera cuenta con un buen puñado de jóvenes entrenadores, aunque me arruinen mi ansiado “re-debut”.

Vamos cerrando esta pequeña entrada a caballo entre los nuevos entrenamientos de los cadetes y el próximo carrerón en Eibar de Adur, el Valenciaga, nada más y nada menos. Y es que después de terminar la “Subida a Gorla”, el joven que sin saberlo me ha devuelto al mejor Villavés de la historia, se dispone a escribir un “Por la mañana rodar” este domingo. Allí estaremos, pistachos en mano y una pancarta que estamos preparando sus cadetes y yo, la mejor pancarta de la historia, ya sabéis.

De momento Jagoba y su ilusión siguen recto hacia Zubiri, como deseábamos en aquel blog de comienzo de temporada, lo que no imaginaba entonces era lo de mi licencia de director, ni que los martes y jueves nos íbamos a ir de fiesta por las tardes hacia Eugui o Urroz, ni siquiera que el Cafenasa iba a ser el mejor equipo de la historia, ¡qué bueno!.

Hoy si, ¿te vienes?.

Willow