“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS.

Este sábado 29 de marzo de 2025, por si lees esto dentro de un año, vamos a celebrar en el Villavés la presentación de los equipos para la temporada y nuestro 50 cumpleaños.

Nada nuevo, estabais más que avisados, lo había escrito por aquí desde hace varias entradas. Pero la fecha se va acercando y nosotros, ex corredores, ex entrenadores y ex de la vida en general, también, y a base de fotos antiguas de un millón de sueños compartidos, llegamos a esta celebración temblando y con la lágrima ya lista para dejarla caer como merece la ocasión

A mí me está atizando pero bien, como era de esperar. Desde hace unos años y de la mano de Miguel, he vuelto a ver los coches del club llenos de primaveras con la vida por vivir y he vuelto a comprobar en él y en sus compañeros que todo sigue igual, porque por más que hayan pasado 50 años y mil entrenadores, el viento es el mismo, y siempre sopla a favor, y ahora Oscar Tarazona sigue celebrando cualquier carrera con los brazos abiertos y Pello Arellano siempre les tiende una mano a sus corredores después de cada prueba con la que tomar impulso para la siguiente. Y cuentan que Daniel Monreal pasea con el mismo cariño de un padre a los hijos un domingo cualquiera a los más pequeños del club por Torres de Elorz.

Hace 25 años, escribimos un libro interminable lleno de datos, fotos, clasificaciones…en el que se podía ver a Pepe Barruso agarrando a un pequeño alevín de ciclista que se llama Miguel Indurain, el alevín se hizo mayor y ganó cinco Tours, que es una gran forma de hacerse mayor, claro, y Pepe que podía haberse quedado con Miguel celebrando los triunfos y la vida, para nuestra suerte, optó por la opción de seguir abriendo la puerta del club durante los siguientes cuarenta años a todos los chavales que se acercaban con su bicicleta a vivir la vida dando pedales.

Este sábado, el libro se convierte en un video, y el video en una celebración brutal de brazos abiertos a todos los corredores que han participado en esta historia, desde Juancho Arizcuren, el primer corredor del club allá por el año 1975, al nieto de nuestro ángel de la guarda José Ignacio Olaverri.

La rueda no para de girar, ¡qué va!, y lejos de parar, la rueda cada vez gira más rápida, no sé si porque ahora visten un perfil de carbono de 50 o porque cada año cobra más sentido la esencia del trabajo del club en busca del sueño del niño, que vuela muy por encima de cualquier clasificación y ahora la rueda viene a por mí a toda leche, como invitándome a subir otra vez y tirar millas, como cuando las carreras eran interminables y los kilómetros se contaban por millas y la fiesta no tenía final.

Y ahora, subido a la rueda, he viajado a toda leche al filo de otra edad y recuerdo que mi padre siempre celebraba la opción que ofrece el club para que las familias tiemblen, sientan y vivan juntas cada fin de semana, opción que nunca vi en mis años de entrenador y ahora, que estoy de vuelta en modo padre, cobra todo el sentido del mundo. Una opción que debemos aprovechar para disfrutar, para celebrar cualquier paso adelante del corredor, para estar contentos y mandar a mil millas de aquí la clasificación, porque la determinación de estar en la salida de adolescente de turno ya es un triunfo.

Esta presentación del 50 aniversario me ha explotado como pocas cosas recuerdo en mi vida. Lo veía venir. Estos años he vuelto a compartir con los compañeros de Miguel muchas ilusiones y algunas dudas y en ellos he vuelto a ver a Xabi Zandio con la GT ganando en Irurita y a Mikel Baraibar, dando vueltas a Peritos con su bicicleta roja. Y en Romeo, Lasa y Pello he visto a Chema Garcés, a Alfonso Prim y a Javier Unzué montando el coche de equipo antes de la carrera.

La vida, a veces, te da la oportunidad de volver a repetir las cosas chulas que te han pasado y con opción a mejorarlas, de locos. El instante que logar sortear el tiempo y durar una eternidad, ya sabéis, como volver a la salida de la RAAM con Asier, Marta, Arantxa, Perdi, Oscar y Xabitxu, pero esta vez sin una meta que termine la fiesta. Así es el Villavés.

Gracias Pepe, contigo la rueda es imposible que pare de girar.

Willow