“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

QUEBRANTAHUESOS MOUNTAIN BIKE: ¡APARTA, QUE VOY POR LA DERECHA!!!!!

Curioso esto tan moderno de “la zona de confort”. Ahora se lleva eso de salir de la zona de confort como mejora de tu día a día, de cualquier faceta de la vida. En el trabajo, tienes que salir de tu zona de confort, como si tuviéramos mucho confort, en el día a día, currelando. Bueno, pues ahora va y me toca salir de mi zona de confort en la bicicleta.
Hasta aquí de acuerdo. Pero fijaos, el fin de semana pasado pedaleé ininterrumpidamente desde Pamplona hasta Peñíscola, 450 kms con viento de cara, un pinchazo y sorteando las tormentas y ¿sabéis que? En esas 17 horas, no salí de mi zona de confort. ¡Qué a gusto y qué bien me lo pasé!
Con todo esto parecía imposible salir de la dichosa zona, es más, a no ser que soltaran unos lobos hambrientos por la zona de los Monegros era más bien imposible. Así que haciendo lo que hacía hasta ahora no había forma. Pero, ¿y si hacemos algo diferente? ¿Y si metemos un elemento que no controlo? ¿Y si probamos durante unas semanas otro tipo de carreras también de bicicleta pero diferente de lo que hago? Sí, con el Mountain Bike la salida de la zona de marras estaba asegurada desde el minuto uno.
Al no llegar a la salida de la RAAM 2017, decidimos darle un pequeño giro a los objetivos para que la preparación resultara otra vez motivante e hiciéramos un buen trabajo de cara a la temporada que viene. Un cambio de sentido necesario durante mes y medio, nada más, pero que me está viniendo de perlas, la Mountain Bike.
Planteamos una serie de pruebas de esta modalidad de cara a participar en una non-stop de 220 kms, la Pedals de Foc. Empezamos hace un par de semanas compitiendo en la Quebrantahuesos de MTB. Dos carreras, dos días seguidos por el pirineo oscense que nos sacaron de la zona de confort a toda la familia! Ya cuando tuvimos que meter la bicicleta de montaña en el coche se nos fue de las manos la zona. ¿Qué pasa? Los Iriberri-Castillo somos de grandes bicicletas y coches sencillicos.
El sábado la cosa no fue tan mal. Había una subida nada técnica, mucho llano por pista ancha y sólo una bajada ratonera. Pero el domingo y ya sobre un recorrido de 70 kms la cosa cambió. Con tres bajadas estrechas, la prueba me puso en mi lugar. Para arriba, iba pasando a algunos bikers. Para abajo, era un continuo escuchar: “¡Por la derecha!, ¡por la izquierda! ¡Voyyyyy!” Un auténtico estrés para no caerme y también una buena oportunidad para ver a la gente que sabe de esto en directo y aprender un poco la técnica.
Me lo pasé muy bien, fue un ambiente nuevo, caras nuevas, disfruté, sin presión, sin mayores metas que pegarle un buen meneo a la pulsación. Diría que disfrutar de los paisajes pero os iba a mentir. Cuando subo voy pendiente del camino, en el momento que me despisto y miro el paisaje, acabo contra un piedra. Para abajo, la tensión es máxima, pero creo que me voy soltando, muy poco a poco, pero me voy soltando.
Ahora vamos a repetir en La Rioja, Alava y Navarra, tres impactos más,y luego iremos a Pedals de Foc, a seguir fuera de la zona de confort, pero bueno tranquilos, el 15 de Julio en Chamonix (Francia) volvemos a entrar en la zona, con la Canyon y con toda la ilusión del mundo. Esto marcha bien y todo tiene un único objetivo, la bala RAAM 2018.
Esa carrera me tiene loco. Quiero hacerla, necesito hacerla. Pero... ¿Lograré no salir de mi zona de confort en los 4.800 kms de la Race Across América? Hagan apuestas.