“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

CRONICA RACE AROUND AUSTRIA PARTE II: "VENTANA DE BUEN TIEMPO DE 4.00 h A 6.00 h DE LA MADRUGADA"

--Venga que nos metemos en la carrera.
18,36 horas del martes día 9 de agosto. Rampa de salida, no llueve en ese momento pero como ya sabéis las previsiones son malas, muy malas, tan malas que decido salir con la ropa klimatic de lluvia de la marca Allé y aunque voy un poco demasiado abrigado resulta un acierto ya que evita un primer cambio de ropa a las cuatro horas de salir, sólo debo ir metiendo mas capas conforme avanza la noche y sobre todo el amanecer.
La salida fue rápida, así la habíamos diseñado desde casa. Continuos repechos que los voy librando en una zonas altas de pulsación, las zonas 4 y 5 y de media una zona 3, así toda la noche, lo que hace que vaya avanzando puestos, y me va dando moral. Voy cogiendo a corredores que han salido antes que yo y me voy viniendo arriba. Joseba en el coche me va indicando que beba todo el rato y es un acierto ya que en condiciones de mucha lluvia no suele apetecer y se puede convertir en un peligro importante. Me voy metiendo en posiciones de la mitad para adelante y esto hace que me vaya olvidando de la lluvia y me meta en carrera rápidamente. Me adelanta el dorsal 2, Gruner, un tipo muy fuerte, de lo mejor a nivel mundial de Ultrafondo y que luego llegaría en segunda posición detrás de Strasser. No le sigo, ni lo intento, no es mi guerra.
"-Willow: Ventana de buen tiempo de cuatro a seis de la mañana!!!!".
Me indica Mikel desde el coche de apoyo a través del pinganillo, ni a las cuatro ni a las seis ni siquiera a la mañana siguiente pararía de llover. Las primeras 22 horas de carrera lloviendo y mucho.
"¿Alguien puede mirar una web austriaca de meteorología, por favor?"
Yo quería que parara de llover, el apoyo también y los mensajes los iba dictando más el corazón que una buen web de meteorología. Pero no iba a claudicar tan pronto. No después de todo el año. Debía seguir pedaleando y hacerlo con mucha más fuerza si quería pasar el primer TS1 del km 860 en la localidad de Zetting dentro del horario de control, además la opción de ir metido en las primeras posiciones era la única idea que me alejaba de la cruda realidad de llevar un día entero bajo la lluvia y tener por delante más de 1500 kms para llegar a meta. Así lo hice, y paro de llover.
Aquella tarde, por fin me pude relajar un poco y despojarme de alguna de las capas que llevaba. El equipo de apoyo también, puesto que llevaba secando ropas con la calefacción del coche todo el tiempo que llevaba yo bajo la lluvia.
En un momento vi una señal de tráfico que indicaba "Bratislava 16 kms" me sonó como que estaba lejísimos en algún lugar perdido y casi lo estaba, me hizo tanta gracia que paré para que Cano me hiciera una foto y la mandara a los amigos de Pamplona.
Va, me centro. La segunda noche también la debía de hacer sin parar, no había llegado al control, iba en tiempo pero no podíamos descuidarnos y la pasé mirando al cielo. Joseba desde el coche me iba diciendo todo el rato que mirara a la carretera y me olvidara del cielo. Ni caso, yo estaba a lo mío con la lluvia, pero no llovió y conseguí llegar al TS1 con tres horas de adelanto, que no es mucho y no lo entendí bien ya que creo que en ese momento de la carrera iba quinto, que haría el resto??. Estaba contento, iba bien, el estómago perfecto, las barritas Make Your Bars hacían su efecto, me mantenían con el aporte energético que me pedía el cuerpo y por primera vez el estómago funcionaba al 100% después de 38 horas.
Pasé el control y decidí parar los primeros veinte minutos a dormir en la furgoneta. Mano de santo, salí muy bien y tan sólo había perdido dos posiciones que enseguida recuperé. Con el polaco Siudzinski fue un continuo saludo desde la salida, le pasaba y al tiempo me pasaba, nos saludábamos, chapurreabamos cuatro frases en inglés y nos despedíamos, cada uno a lo suyo, me cayó bien. El tío sabía lo que hacía. Era veterano en estas carreras. Mientras mis paradas eran cortas, él las hacía más largas y además las hacía coincidir en las horas del día, luego vi que eso ayudaba a prevenir la desorientación final que suele acompañar a larga o muy larga distancia. Me preguntó sobre mis intenciones en la prueba, yo le dije que quería asegurar la llegada que estaba siendo realmente duro todo y que era mi primera vez, él me dijo que también era su primera vez y que sólo quería llegar, al tiempo que me comentó que había dejado ya la cabra de contrareloj que suele utilizar en la Race Across América en la furgoneta ya que venían puertos. Me quedó claro, su primera vez en Austria.
Perdón, pero no quiero seguir la crónica sin comentar los videos que me llegaban de apoyo. Yo no llevaba móvil, ni el apoyo me daba información de los wassap que iban llegando y las redes sociales, llevaban el móvil encendido para que tuvieran hilo directo, mi familia, mis padres y Eduard Barceló (mi preparador) pero me fueron enseñando unos videos de apoyo que fueron enviando los amigos de aquí, los Gorkas, los Boris, uno muy bueno de mi primo Jesús con la cara de Mikel Erentxun, otro que me encantó de Xabi Zandio y uno de Javier Fdez de Manzanos que en ese momento me entró por el ojo, tampoco voy a dar más detalles, sólo diré que era un video "corto de café y largo de Quijano" lo agradecí mucho, esos y más, gracias. Y la rueda siguió girando.
Y me llevo a pasar el ecuador de la prueba. El tramo entre el TS1 y el TS2 en el km 1100 lo empecé bien, todavía son distancias que controlo y manejo y a pesar de que el formato contrareloj inidividual y las lluvias habían endurecido la prueba iba bastante entero. Pasamos el primer puerto importante de la prueba, el Klogerec, unos rampones que nos iban partiendo a los corredores. Allí alcancé a la austriaca Marlies Penker, que había salido 12 horas antes. Nos conocímos por la web de la carrera y nos volvimos a saludar. Iba justa, pero no paraba de reirse, que maja! más tarde se retiraría.
Y en la bajada del puerto tuvimos nuestro momento Strasser. El cielo se puso negro no, lo siguiente y se desató una tormenta con granizo que daba miedo, yo baje como pude y me refugié en el porche de una gasolinera ya que las piedras de granizo que caían era importantes. Sabía que Strasser iba muy cerca y llegó, y se paró en el mismo porche. A la vez que lo hacía sus dos coches de apoyo y el mío. Qué bien! Así Mikel podrá verle en directo y en plena carrera, pensé yo. Y como se suele hacer en estos casos y para no llamar la atención lo mejor era hacer lo que hacía Strasser y su séquito.
El campeón se puso de pie y con los brazos en cruz y dando instrucciones en alemán, le pusieron bici de agua, sí como lo leéis, una bici preparada con guardabarros por todos los lados y cubiertas de 25 con más dibujo, ropa de agua a base de chubasqueros y unos pantalones que no conocía con unos botines que no había visto nunca y que tenían una pinta fantástica. Así que yo opté por hacer lo mismo:
"-Cano!!! Mi casco de agua ya!!!!!"
Y salimos los dos. Strasser va despacio en las subidas, increíblemente despacio, pero amigo, cuando la carretera se pone plana o descendente vuela, y voló, vaya que si voló, no le volví a ver hasta el día siguiente de mi llegada donde nos presentamos. Parece buen tipo, muy profesional y clarísimamente muy superior a los demás. Olé por él.
Y la Canyon sin quejarse, cuando el tiempo estaba seco después de las lluvias pedía un poco de aceite y lista y vaya bien que vino y sobre todo lo bien que vendría en lo que quedaba de prueba. Mejor os lo cuento.
Esa tarde paré otra vez media hora a dormir y afronte durante mi tercera noche un tramo durísimo, un puerto de más de 30 kms con rampas de altísimo porcentaje que llevaban a Lienz. Crisis, no lo esperaba y le me hizo durísimo. Protesté. Cano me dijo que tirara para adelante que no pasaba nada para acabar también pidiendo la hora. Llegue a Lienz al amanecer.
Mi cabeza empezó a hacer cuentas cuando lo las tenía que hacer. En Lienz lo ví mal, coincidió que estaba los dos equipo de apoyo e improvisamos una pequeña reunión de 5 minutos. Un gabinete de crisis ya que durante el siguiente día, el tercero, entrábamos en Alpes y otra vez daban lluvias. La organización había anulado el paso por el El Glosgokner de 2550 metros de altitud ya que estaba nevando pero nos hacía pasar por el Ferbertaunner, mejor agua nieve que nieve. Decidimos hacer la parada y que Oscar Morales, hiciera un masaje específico de reactivación. Increíble, de verdad. Salí jodidísimo, como era de esperar, pero en cinco minutos iba como nuevo, con las piernas perfectas. Y me alegré muchísimo de haber incorporado a Oscar y a Kunap al equipo, mejora que había conseguido.
Uy!!! Que me paso a la cuarta noche y me queda una entrada del blog!!!!! Ale, digerid ésta y preparaos para la tercera entrega que viene fuerte y dura, como buen ochentero igual le pongo dos rombos. No digo más.