“Darle la vuelta al cuerpo; blog de un ciclista de ultrafondo”

STAGE FAMILIAR DEPORTIVO NAVIDEÑO: LA SPECIALIZED POR LA MUSSARA

El agua del embalse de Riudecanyes esta mañana parecía el mar Cantábrico atizando el malecón de Zarautz en pleno oleaje. Jamás había visto olas en un pantano. El viento de hoy daba por todos los lados y bien, muy bien, atizaba con gusto. Lo de hoy no es normal.

Que nos pille la cabalgata en Cambrils tampoco es normal. Estamos en plenas vacaciones familiares. La playa en invierno nos encanta. Biarritz es nuestro destino dominical favorito, pero teníamos unos días pendientes y nos hemos venido al Mediterráneo.

Está impresionante. El primer día me pilló el amanecer corriendo por el paseo camino de Salou, una pasada, luego hicimos la famosa transferencia de la fuerza por el puerto de la Teixeta. Estuvo bien, aunque el exceso de la San Silvestre todavía hacía que las piernas estuvieran torpes.

Ayer le tocó el turno a una ruta más larga para meter los puertos de La Musara, la Teixeta, previa por una zona heladora hacia Porrada. No he pasado más frío en bici en mi vida. La zona norte de la Musara estaba congelada literalmente. Las carreteras heladas, un valle entero a la sombra… no me lo esperaba y no lo pasé bien, pero pude hacer el final del entrenamiento con fuerza y apretando.De lo que llevo de temporada creo que han sido las mejores sensaciones que he tenido.

Hoy ha sido una mierda. He salido a por las cinco horas con muchísima motivación después del entreno de ayer, pero nada. Me he dado cuenta que estaba cansado, contaba con haber recuperado mejor. Quizá la transferencia que hicimos de la fuerza no fue la correcta. Fue una transferencia familiar, un paseo hasta Salou y más allá, porque había que llegar a la playa familiar de Els Capellans y ver el cabo de Salou y volver. Transferencia familiar, no hay duda.

Pero que nos quiten lo bailado, y los bocadillos a sol, a pleno sol en la playa vacía a mitad de camino.

El viento hoy se ha levantado fuerte, fuerte, tan fuerte que ayer arranqué la Musara con 50 minutos de bici y hoy en el mismo punto llevaba 1 hora y 7 minutos. Arriba, a 950 metros, el viento era muy frío y bajando daba por todos los lados, lo que impedía aprovecharlo para recuperar la velocidad media.

Estoy contento por haber terminado las cinco horas, por no haberme ido antes al apartamento y porque me han salido 2.038 metros de desnivel. Pero he sufrido mucho con el viento, mucho.

Le voy pillando el punto a la Specialized Tarmac Pro Disc y no ha sido sencillo. Quizás por venir de unos paseos alternando la bici de monte con la vieja Prince, no lo sé. Pero creo que después de pasar por es estudio biomecánico de Jon Bru y de llevar unas semanas con ella, estoy entrando en unas sensaciones buenas. Me veo con más fuerza subiendo, noto que me pongo de pie con más alegría y que la bici parece acelerar más rápido.

Se que estoy en medio de la polémica sobre los frenos de disco, así me lo dijo Mintxo Larequi, y tiene razón. Todo el mundo tiene sus argumentos, sus impresiones, sus razones. A unos les gustan y a otros no.

Yo tenía ganas de probarlos desde que leí a Santy Mozos contar su experiencia con una bici similar a la mía (Canyon por cierto) en los Pirineos. Santy es un tipo serio, que habla y escribe muy bien, sus opiniones creo que son muy buenas, ¿influencer?, pues sí para mí un influencer, como mi hermano Perdi.

A mí no me da seguridad para bajar porque ya de por sí bajo seguro y cuando digo seguro es que no me la juego, ni con discos ni sin ellos. Sí que noto que la bici va más segura, que se mueve menos con el viento, que a velocidad alta me siento más cómodo que antes.

Lo que también es seguro que cuando me toque lluvia de noche y de día en las carreras de larga distancia lo agradeceré ya que el tacto y la respuesta de la frenada no tiene color con las zapatas. Y me acuerdo mucho de la carrera de Austria, los Apalaches, de la RAAM que no había forma de frenar las bicicletas.

Os voy dejando que llegan los Reyes por mar, por el puerto de Cambrils, que está precioso, como el Mediterráneo en invierno, y en este stage familiar deportivo navideño en el que estamos, no paramos un minuto, como el resto del año, como la famosa rueda, como la peonza de Miguel. ¡Esa sí que no para de girar!, creo que le van a hacer embajador de alguna marca de peonzas, lo veo venir.

¡Feliz 2019! Y que los Reyes lleguen llenos de ilusiones y de bicicletas, y si son Specialized mejor, y ya si llevan discos perfecto.